TEORÍA DEL VALOR
Para valorizar y comparar el hombre
debe de ordenar sus preferencias, conceptualizando su escala de valores, esto
quiere decir que, el individuo siempre debe y tiene por naturaleza escoger, la
escogencia se basa en un estado personal de preferencias, de esa suerte es que,
encontramos personas que van por los rojos, otros por las cremas y otros por las
panzas verdes.
El grado de
la satisfacción que cada cosa o servicio puede brindar es también distinto en
cada momento, es por ello que hablamos sobre las preferencias temporales, ya
que hoy podemos desear algo, pero mañana ya no.
Estos
valores constituyen simplemente un orden de preferencia y son una clasificación
cualitativa y no cuantitativa, con base a ello seleccionamos en términos de:
primero, segundo, tercero, …etc.
Solamente
la persona que lo hace puede saber cuál opción fue la que sacrifico, es decir,
cuanto le costó. Las preferencias, es
decir el valor, se puede expresar con números ordinales y no con cardinales. No es, pues, cuantificable objetivamente y
solamente puede saber su costo de oportunidad el sujeto mismo que toma la
decisión.
El gran economista Warren Buffett dice:
“El precio es lo que pagamos, el valor es lo que recibimos”.
Las
personas tampoco escogen en abstracto. Esto quiere decir que comparan entre varias
opciones, o al menos entre dos, la comparación se realiza entre satisfacciones
específicas y discretas. Nunca se encuentran ante la disyuntiva de escoger
entre pescado y/o fruta, la comparación se hará entre Mero o Róbalo, entre
persas y piñas. Nunca se encuentra una
persona en situación de tabula rasa, ni bajo la influencia de un solo factor.
Las
condiciones en que se encuentra la persona son siempre complejas en el sentido
que son muchas las circunstancias que constituyen su entorno y condición e
influyen en el proceso de tomar decisiones.
Conceptualmente si podemos aislar factores, excluyendo a todos con
excepción del que queremos analizar. A este proceso le llamamos ceteris
paribus.
El orden de
prioridad no es siempre el mismo, dependerá de la condición existente de
marginalidad sobre un bien al momento de tomar una decisión o realizar la
escogencia. Si, por ejemplo, nosotros vamos de compra y ya tenemos varios
pantalones, seguramente compraremos zapatos o camisas, ya que es el producto o
bien marginal del que carecemos, no compraremos otro pantalón debido a que su
utilidad será supra marginal. (Esto no
quiere decir tampoco que exista una persona que le gusten tanto los pantalones
que, compre otros más aun ya teniendo muchos, la preferencia es individual y
personal).
MARGINAL: Significa al extremo, al límite, lo
que justamente ha quedado excluido (por muy bueno o por muy malo), la
unidad adicional, puede ser el trabajador menos eficiente que aún en último
recurso logra un empleo. El concepto
marginal es útil porque todas las decisiones y asignación de recursos se llevan
a cabo siempre “al margen”.
UTILIDAD MARGINAL
Es el valor que la gente le atribuye a las
cosas en virtud al beneficio que reciben y ese beneficio se recibe por la
utilidad que estos bienes o servicios puedan brindar, dependiendo de la
condición en que cada quien se encuentra.
Es así que
decimos que las decisiones son tomadas en la periferia de nuestra condición,
por ello en economía decimos que las decisiones son siempre al margen. A esta explicación del valor se le denomina TEORÍA DE LA
UTILIDAD MARGINAL, porque el beneficio o utilidad pertinente es solamente
al margen.
Ya que las
decisiones son tomadas al margen, y las personas no escogen en abstracto,
siempre se buscará una mezcla de satisfactores “optima”. Dados los precios relativos, tenemos una tasa
de sustitución.
Cuando en
nuestro ejemplo, la persona se encuentra en situación de indecisión, cuando ya
no tiene una preferencia por cambiar un pantalón por una camisa o viceversa,
decimos que está en equilibrio.
Equilibrio es una
condición que solamente se da conceptualmente. En la vida real nunca hay
equilibrio, pero siempre existe tendencia hacia el equilibrio.
El cambio
en el precio relativo de una cosa cambia la inclinación de la curva y se puede
visualizar como un cambio en la tasa de sustitución al margen, o lo que es lo
mismo como un cambio en el costo de oportunidad de demandar la cosa.
De lo
anterior podemos deducir la Ley de la Demanda la cual, en efecto, dice que
cuando hay un cambio de precios relativos, ceteris
paribus, la cantidad de demandada del bien cuyo precio bajo en relación a
los demás precios, aumentará.
El mismo fenómeno se puede apreciar
utilizando la herramienta llamada curva de indiferencia en la cual se mueve la
tangente o curva de ingreso, que expresa los precios relativos.
TEORÍA DE LA DEMANDA
Esta ley la podemos expresar gráficamente
aplicándola a las preferencias de una sola persona con la siguiente curva; en
la cual se establece la relación entre el precio relativo (p) y la cantidad del
bien que la persona demanda.
Si
colocamos las curvas de varias personas a la par y sumamos horizontalmente las
demandas individuales, tenemos la curva de demanda del grupo de personas, o sea
la demanda del mercado.
Demandar no se debe confundir con desear. Los
deseos no tienen límite, mientras que lo que se puede demandar está limitado
por lo que se pueda dar a cambio. Generalmente lo que se puede pagar
corresponde a los ingresos, a la capacidad de trabajo valorizada por el
mercado, los ahorros y el patrimonio que se esté dispuesto a sacrificar. No
olvidemos que una transacción de mercado consiste en intercambio pacífico y
voluntario del patrimonio privado de personas reales. Demandar implica ofrecer.
Comprar implica vender porque uno compra con lo que vende.
“La demanda” está expresada en la tabla o lista
tabular de las cantidades demandadas a los distintos precios. Un cambio de
precios causa un cambio en la cantidad demandada, sobre la curva
de demanda.
PRECIO
|
10
|
9
|
8
|
7
|
6
|
5
|
4
|
3
|
2
|
CANTIDAD
DEMANDADA
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
7
|
8
|
9
|
10
|
La demanda,
es decir toda la lista de cantidades correspondientes a los precios, está
sujeta a cambios por muchas otras razones además de los precios. Por ejemplo,
mucha lluvia o una sequía, ambos fenómenos afectarán directamente los precios. También
un cambio en el nivel de ingresos modificara la demanda de muchas cosas; un
cambio en la moda disminuirá la demanda de unas cosas y aumentara la de otras y
así sucesivamente.