martes, 22 de mayo de 2018

EL VALOR Y LA DEMANDA




TEORÍA DEL VALOR

     Para valorizar y comparar el hombre debe de ordenar sus preferencias, conceptualizando su escala de valores, esto quiere decir que, el individuo siempre debe y tiene por naturaleza escoger, la escogencia se basa en un estado personal de preferencias, de esa suerte es que, encontramos personas que van por los rojos, otros por las cremas y otros por las panzas verdes.

El grado de la satisfacción que cada cosa o servicio puede brindar es también distinto en cada momento, es por ello que hablamos sobre las preferencias temporales, ya que hoy podemos desear algo, pero mañana ya no.

Estos valores constituyen simplemente un orden de preferencia y son una clasificación cualitativa y no cuantitativa, con base a ello seleccionamos en términos de: primero, segundo, tercero, …etc.
Solamente la persona que lo hace puede saber cuál opción fue la que sacrifico, es decir, cuanto le costó.   Las preferencias, es decir el valor, se puede expresar con números ordinales y no con cardinales.  No es, pues, cuantificable objetivamente y solamente puede saber su costo de oportunidad el sujeto mismo que toma la decisión. 

El gran economista Warren Buffett dice: “El precio es lo que pagamos, el valor es lo que recibimos”.

Las personas tampoco escogen en abstracto.  Esto quiere decir que comparan entre varias opciones, o al menos entre dos, la comparación se realiza entre satisfacciones específicas y discretas. Nunca se encuentran ante la disyuntiva de escoger entre pescado y/o fruta, la comparación se hará entre Mero o Róbalo, entre persas y piñas.  Nunca se encuentra una persona en situación de tabula rasa, ni bajo la influencia de un solo factor.

Las condiciones en que se encuentra la persona son siempre complejas en el sentido que son muchas las circunstancias que constituyen su entorno y condición e influyen en el proceso de tomar decisiones.  Conceptualmente si podemos aislar factores, excluyendo a todos con excepción del que queremos analizar. A este proceso le llamamos ceteris paribus.

El orden de prioridad no es siempre el mismo, dependerá de la condición existente de marginalidad sobre un bien al momento de tomar una decisión o realizar la escogencia. Si, por ejemplo, nosotros vamos de compra y ya tenemos varios pantalones, seguramente compraremos zapatos o camisas, ya que es el producto o bien marginal del que carecemos, no compraremos otro pantalón debido a que su utilidad será supra marginal. (Esto no quiere decir tampoco que exista una persona que le gusten tanto los pantalones que, compre otros más aun ya teniendo muchos, la preferencia es individual y personal).

MARGINAL:   Significa al extremo, al límite, lo que justamente ha quedado excluido (por muy bueno o por muy malo), la unidad adicional, puede ser el trabajador menos eficiente que aún en último recurso logra un empleo.  El concepto marginal es útil porque todas las decisiones y asignación de recursos se llevan a cabo siempre “al margen”.

UTILIDAD MARGINAL

     Es el valor que la gente le atribuye a las cosas en virtud al beneficio que reciben y ese beneficio se recibe por la utilidad que estos bienes o servicios puedan brindar, dependiendo de la condición en que cada quien se encuentra.

Es así que decimos que las decisiones son tomadas en la periferia de nuestra condición, por ello en economía decimos que las decisiones son siempre al margen.  A esta explicación del valor se le denomina TEORÍA DE LA UTILIDAD MARGINAL, porque el beneficio o utilidad pertinente es solamente al margen.

Ya que las decisiones son tomadas al margen, y las personas no escogen en abstracto, siempre se buscará una mezcla de satisfactores “optima”.  Dados los precios relativos, tenemos una tasa de sustitución.

Cuando en nuestro ejemplo, la persona se encuentra en situación de indecisión, cuando ya no tiene una preferencia por cambiar un pantalón por una camisa o viceversa, decimos que está en equilibrio.


Equilibrio es una condición que solamente se da conceptualmente. En la vida real nunca hay equilibrio, pero siempre existe tendencia hacia el equilibrio.  

El cambio en el precio relativo de una cosa cambia la inclinación de la curva y se puede visualizar como un cambio en la tasa de sustitución al margen, o lo que es lo mismo como un cambio en el costo de oportunidad de demandar la cosa. 

De lo anterior podemos deducir la Ley de la Demanda la cual, en efecto, dice que cuando hay un cambio de precios relativos, ceteris paribus, la cantidad de demandada del bien cuyo precio bajo en relación a los demás precios, aumentará.

El mismo fenómeno se puede apreciar utilizando la herramienta llamada curva de indiferencia en la cual se mueve la tangente o curva de ingreso, que expresa los precios relativos.

TEORÍA DE LA DEMANDA

     Esta ley la podemos expresar gráficamente aplicándola a las preferencias de una sola persona con la siguiente curva; en la cual se establece la relación entre el precio relativo (p) y la cantidad del bien que la persona demanda.

Si colocamos las curvas de varias personas a la par y sumamos horizontalmente las demandas individuales, tenemos la curva de demanda del grupo de personas, o sea la demanda del mercado

 Demandar no se debe confundir con desear. Los deseos no tienen límite, mientras que lo que se puede demandar está limitado por lo que se pueda dar a cambio. Generalmente lo que se puede pagar corresponde a los ingresos, a la capacidad de trabajo valorizada por el mercado, los ahorros y el patrimonio que se esté dispuesto a sacrificar. No olvidemos que una transacción de mercado consiste en intercambio pacífico y voluntario del patrimonio privado de personas reales. Demandar implica ofrecer. Comprar implica vender porque uno compra con lo que vende.

“La demanda” está expresada en la tabla o lista tabular de las cantidades demandadas a los distintos precios. Un cambio de precios causa un cambio en la cantidad demandada, sobre la curva de demanda.

PRECIO
10
9
8
7
6
5
4
3
2
CANTIDAD
DEMANDADA
2
3
4
5
6
7
8
9
10

La demanda, es decir toda la lista de cantidades correspondientes a los precios, está sujeta a cambios por muchas otras razones además de los precios. Por ejemplo, mucha lluvia o una sequía, ambos fenómenos afectarán directamente los precios. También un cambio en el nivel de ingresos modificara la demanda de muchas cosas; un cambio en la moda disminuirá la demanda de unas cosas y aumentara la de otras y así sucesivamente.