martes, 1 de abril de 2014

El Genio de Occidente, Conclusión.

Universidad de Occidente                  
Catedrático: Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Doctorado en Economía Austriaca                              
Capítulos XVIII
Juan Carlos Luna Aguilera                                                
Fecha: 28de marzo de 2014.



CONCLUSIÓN




Realizaré mis conclusiones del Capitulo XVIII a manera de ensayo, en el cual pretendo poder hacer una integración de las ideas expresadas por Louis Rougier en el libro,  con la capacidad que debe de tener la comunidad de La Antigua Guatemala, para lograr “El Genio de La Antigua Guatemala”.
La Antigua Guatemala es una ciudad que fue fundada en el año 1543. En 1979 se le dio el carácter de “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Hoy por hoy, estando en el año 2014, cuando la era de las comunicaciones nos han sobrepasado, la tecnología cambia día con día, y lo novedoso hoy es ya obsoleto, antes de terminar de escribir estas líneas. Han transcurrido ya 471 años y, a pesar que la vida cambia, hay personas que siguen empeñadas en vivir en el pasado, el letargo y el subdesarrollo.
La utilización de recursos dialécticos para manifestar el curso destinado que tiene la humanidad, o el pensamiento de la involución de la sociedad, por medio de una igualdad utópica, al mejor estilo de Marx, se encuentra ya más que obsoleto y probado inaplicable. Esto, sobre todo, en una ciudad que a grandes pasos exige el desarrollo y el reconocimiento a nivel mundial de un destino turístico de primer nivel.
     “La humanidad está destinada, como resultado de la superación de contradicciones internas, a sobrepasar las sociedades técnicas de occidente” pag. 245.  La Antigua Guatemala exige su lugar dentro de los destinos turísticos del mundo, no solamente de Latino América. Esto, se sabe, no es tarea facial y aún hay mucho por hacer, pero juntos, dentro del pluralismo de pensamiento, distintos todos, encaminados hacia un mismo fin, podemos hacerlo, teniendo siempre en cuenta que nuestra visión final es tan importante, que por ello mismo debemos de ser sumamente celosos en los medios utilizados para obtener ese fin.
     La humanidad progresa, el mundo progresa y La Antigua Guatemala está dentro de un mundo que día a día exige más y mejores servicios. Únicamente ofreciendo éstos de la mejor forma y al mejor precio, podremos hacer que el “Genio de La Antigua Guatemala” surja y favorezca a todos, especialmente a los menos afortunados. Así, este proceso se convierte en el más social, ya que es el que realmente favorece a todos, hasta a los que poco o nada hacen por el desarrollo.  “Esto queda demostrado, frase que encontramos en las obras de los matemáticos griegos” Pag. 246.  Hoy en día incluso se puede ver cómo otras sociedades que han aceptado el reto de participar en este exigente, pero gratificante proceso, han podido verse favorecidas con el desarrollo, la educación, el conocimiento y el crecimiento en sus niveles de vida.
     Muchos defensores del atraso, no por malas intensiones, sino por la falta de capacidad intelectual, aún hoy por hoy se levantan dentro de nuestra sociedad, al mejor estilo de Porfirio y Juliano, quienes creían en demonios. Así ven aquellos al desarrollo que necesita nuestra bella ciudad Colonial, como los monstruos o cosas de la obscuridad, y condenan al conocimiento de otras formas de pensar, que no sean las del atraso y el subdesarrollo. Así también lo hicieron los capuchinos inquisidores de la Edad Media, despotricando contra las propuestas nuevas, progresistas y llenas de vida y esperanza para la comunidad, como salientes de un pobre infeliz motivado por el demonio. 
“Jean Bodin, insistía en que la historia debe de guiar la política; debe indicarnos qué debemos evitar y qué sistemas jurídicos y formas de gobierno se adaptan mejor a las necesidades de los hombres” Pag. 248. Justamente eso lo que se debe de hacer en la Ciudad de las perpetuas rosas: implementar políticas acordes a la realidad mundial, aprender de los errores del pasado y comprender que no podremos obtener resultados diferentes realizando los mismos procedimientos.  La realización de la modernidad y el progreso únicamente se puede obtener por medio de conocimiento y preparación, pero es muy importante aceptar que el aporte de varias ópticas, aún las más discrepantes de las nuestras, tienen mucho que aportar para una ciudad que debe de comprender, aceptar y respetar varias formas de pensamientos, creencias, costumbres y fines propios de cada uno de los individuos que habitan o únicamente visitan nuestra ciudad, tanto nacionales como extranjeros.
     Todos aquellos enemigos del progreso y del desarrollo, quienes despotrican en contra de la diversidad cultural y la llegada de capitales extranjeros, los cuales invierten en el progreso de la ciudad colonial y en beneficio de sus habitantes, debiesen de comprender que “el hombre continuará su ascenso triunfal siguiendo la senda de la civilización occidental” Pag 249, por lo cual únicamente habría que hacer una rápida revisión de la historia y del progreso de la humanidad para dar cuenta de este hecho.   Realmente no puedo más que realizar un copy/paste, al estilo de personajes de nada grata recordación, de las palabras de Rougier, cuando manifiesta que (pág. 251):
La civilización occidental es el resultado de una mentalidad que insiste en librarse de tabúes, interdictos y costumbres ancestrales carentes de utilidad social; que se obliga a sí misma a comprender el mundo circundante a fin de poder dominarlo mediante la acción de sus propias leyes; que se esfuerza incesantemente por mejorar las condiciones de vida para que su existencia valga la pena para el mayor número posible de personas; pero siempre insiste en que el progreso sólo puede darse mediante procesos que respeten la dignidad humana.
De mejor forma no se puede explicar por qué unas sociedades progresan y por qué, por el contrario, otras fracasan. La Antigua Guatemala necesita una visión clara, nueva, renovada, que sea capaz, al mismo tiempo, de realizar propuestas administrativas que satisfagan las necesidades de una ciudad de primer orden a nivel mundial. Esto, indudablemente, sólo se puede lograr con una estructura política, histórica y jurídica que demuestre el más alto respeto por los derechos individuales de las personas.

     Pensar que La Antigua Guatemala tendrá un mejor futuro únicamente por medio de la visión del antigüeño de sepa, del antigüeño que nació en esta tierra, es por demás miope,  ya que esta civilización no se limita a determinados grupos de personas. El mejor ejemplo para explicar este fenómeno es Estados Unidos, país producto de la inclusión de millones de personas y, sobre todo, del respeto de sus colores, creencias, culturas y procedencias, quienes logran aportar en conjunto hacia un solo fin: tener una sociedad en la cual todos y cada uno pueda desarrollarse en un ambiente de paz, seguridad y progreso, donde cada uno sea e amo de sus propios destinos. Esto, finalmente, queda ejemplificado en la eterna búsqueda de la felicidad, búsqueda que todos debemos de tener el derecho de realizar. 

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