Universidad de Occidente
Catedrático: Edwin Rocael Cardona Ambrosio
Doctorado en Economía Austriaca
Capítulos XVIII
Juan Carlos Luna Aguilera
Fecha: 28de marzo de 2014.
CONCLUSIÓN
Realizaré
mis conclusiones del Capitulo XVIII a manera de ensayo, en el cual pretendo
poder hacer una integración de las ideas expresadas por Louis Rougier en el
libro, con la capacidad que debe de
tener la comunidad de La Antigua Guatemala, para lograr “El Genio de La Antigua
Guatemala”.
La
Antigua Guatemala es una ciudad que fue fundada en el año 1543. En 1979 se le
dio el carácter de “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Hoy por hoy, estando
en el año 2014, cuando la era de las comunicaciones nos han sobrepasado, la
tecnología cambia día con día, y lo novedoso hoy es ya obsoleto, antes de
terminar de escribir estas líneas. Han transcurrido ya 471 años y, a pesar que
la vida cambia, hay personas que siguen empeñadas en vivir en el pasado, el
letargo y el subdesarrollo.
La
utilización de recursos dialécticos para manifestar el curso destinado que
tiene la humanidad, o el pensamiento de la involución de la sociedad, por medio
de una igualdad utópica, al mejor estilo de Marx, se encuentra ya más que
obsoleto y probado inaplicable. Esto, sobre todo, en una ciudad que a grandes
pasos exige el desarrollo y el reconocimiento a nivel mundial de un destino
turístico de primer nivel.
“La humanidad está destinada, como
resultado de la superación de contradicciones internas, a sobrepasar las
sociedades técnicas de occidente” pag. 245. La Antigua Guatemala exige su lugar dentro de
los destinos turísticos del mundo, no solamente de Latino América. Esto, se
sabe, no es tarea facial y aún hay mucho por hacer, pero juntos, dentro del
pluralismo de pensamiento, distintos todos, encaminados hacia un mismo fin,
podemos hacerlo, teniendo siempre en cuenta que nuestra visión final es tan
importante, que por ello mismo debemos de ser sumamente celosos en los medios
utilizados para obtener ese fin.
La humanidad progresa, el mundo progresa y
La Antigua Guatemala está dentro de un mundo que día a día exige más y mejores
servicios. Únicamente ofreciendo éstos de la mejor forma y al mejor precio,
podremos hacer que el “Genio de La Antigua Guatemala” surja y favorezca a
todos, especialmente a los menos afortunados. Así, este proceso se convierte en
el más social, ya que es el que realmente favorece a todos, hasta a los que
poco o nada hacen por el desarrollo. “Esto
queda demostrado, frase que encontramos en las obras de los matemáticos
griegos” Pag. 246. Hoy
en día incluso se puede ver cómo otras sociedades que han aceptado el reto de
participar en este exigente, pero gratificante proceso, han podido verse
favorecidas con el desarrollo, la educación, el conocimiento y el crecimiento
en sus niveles de vida.
Muchos defensores del atraso, no por malas
intensiones, sino por la falta de capacidad intelectual, aún hoy por hoy se
levantan dentro de nuestra sociedad, al mejor estilo de Porfirio y Juliano,
quienes creían en demonios. Así ven aquellos al desarrollo que necesita nuestra
bella ciudad Colonial, como los monstruos o cosas de la obscuridad, y condenan
al conocimiento de otras formas de pensar, que no sean las del atraso y el
subdesarrollo. Así también lo hicieron los capuchinos inquisidores de la Edad Media,
despotricando contra las propuestas nuevas, progresistas y llenas de vida y
esperanza para la comunidad, como salientes de un pobre infeliz motivado por el
demonio.
“Jean
Bodin, insistía en que la historia debe de guiar la política; debe indicarnos
qué debemos evitar y qué sistemas jurídicos y formas de gobierno se adaptan
mejor a las necesidades de los hombres” Pag. 248. Justamente eso lo
que se debe de hacer en la Ciudad de las
perpetuas rosas: implementar políticas acordes a la realidad mundial,
aprender de los errores del pasado y comprender que no podremos obtener
resultados diferentes realizando los mismos procedimientos. La realización de la modernidad y el progreso
únicamente se puede obtener por medio de conocimiento y preparación, pero es
muy importante aceptar que el aporte de varias ópticas, aún las más
discrepantes de las nuestras, tienen mucho que aportar para una ciudad que debe
de comprender, aceptar y respetar varias formas de pensamientos, creencias,
costumbres y fines propios de cada uno de los individuos que habitan o
únicamente visitan nuestra ciudad, tanto nacionales como extranjeros.
Todos aquellos enemigos del progreso y del
desarrollo, quienes despotrican en contra de la diversidad cultural y la
llegada de capitales extranjeros, los cuales invierten en el progreso de la
ciudad colonial y en beneficio de sus habitantes, debiesen de comprender que
“el hombre continuará su ascenso triunfal siguiendo la senda de la civilización
occidental” Pag 249, por lo cual únicamente habría que hacer una
rápida revisión de la historia y del progreso de la humanidad para dar cuenta
de este hecho. Realmente no puedo más
que realizar un copy/paste, al estilo
de personajes de nada grata recordación, de las palabras de Rougier, cuando
manifiesta que (pág. 251):
La civilización occidental es el resultado de una mentalidad que insiste en
librarse de tabúes, interdictos y costumbres ancestrales carentes de utilidad
social; que se obliga a sí misma a comprender el mundo circundante a fin de
poder dominarlo mediante la acción de sus propias leyes; que se esfuerza
incesantemente por mejorar las condiciones de vida para que su existencia valga
la pena para el mayor número posible de personas; pero siempre insiste en que
el progreso sólo puede darse mediante procesos que respeten la dignidad humana.
De mejor
forma no se puede explicar por qué unas sociedades progresan y por qué, por el
contrario, otras fracasan. La Antigua Guatemala necesita una visión clara,
nueva, renovada, que sea capaz, al mismo tiempo, de realizar propuestas
administrativas que satisfagan las necesidades de una ciudad de primer orden a
nivel mundial. Esto, indudablemente, sólo se puede lograr con una estructura
política, histórica y jurídica que demuestre el más alto respeto por los
derechos individuales de las personas.
Pensar que La Antigua Guatemala tendrá un
mejor futuro únicamente por medio de la visión del antigüeño de sepa, del
antigüeño que nació en esta tierra, es por demás miope, ya que esta civilización no se limita a determinados
grupos de personas. El mejor ejemplo para explicar este fenómeno es Estados
Unidos, país producto de la inclusión de millones de personas y, sobre todo,
del respeto de sus colores, creencias, culturas y procedencias, quienes logran
aportar en conjunto hacia un solo fin: tener una sociedad en la cual todos y
cada uno pueda desarrollarse en un ambiente de paz, seguridad y progreso, donde
cada uno sea e amo de sus propios destinos. Esto, finalmente, queda
ejemplificado en la eterna búsqueda de la felicidad, búsqueda que todos debemos
de tener el derecho de realizar.
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