Universidad:
Mariano Gálvez de Guatemala
Escuela
de: Derecho Matutino
Materia:
Derecho Constitucional.
Clase:
14
Fecha:
2 de mayo de 2014.
Lic. Juan Carlos Luna Aguilera.
Ciencia Política y Derecho
Constitucional
La ciencia política o politología es una
ciencia relativamente nueva para algunos todavía, en proceso de estructuración
aun.
Tiene como objeto preciso de su
investigación el fenómeno político o, como dicen otros, el análisis de las
condiciones del poder político, de sus formas concretas de manifestación, así
como de sus tendencias evolutivas.
Se empezó a hablar de ciencia política en
el siglo pasado y a partir de 1945 se logro hacer una delimitación de su campo
de estudio.
Y es así como la historia del pensamiento
político se remonta muy lejos, y ha ido evolucionando a lo largo de todos los
tiempos, a través de la obra de los más grandes pensadores de la humanidad,
cuya atención se ha centrado en la organización política d la sociedad y en los
conflictos de poder que ella ha suscitado siempre.
El Pensamiento político a través de la
historia:
Los fenómenos políticos y más
concretamente el fenómeno del poder tienen su origen en la antigüedad clásica,
particularmente Grecia. Platón con la
republica y el político y sobre todo Aristóteles con la Política, aparecen como
los iniciadores del análisis de filosófico del fenómeno político, como los
precursores de esa ciencia. En Roma la
máxima expresión lo tenemos con los escritos de Cicerón, Polibio y Seneca.
Así también de alto contenido filosófico
son los pensamientos políticos de los padres de la Iglesia, San Pablo, San
Ambrosio, San Agustín y San Gregorio, La ciudad de Dios de San Agustín fue la
obra a la vez teológica y política más influyente de su tiempo en el
pensamiento cristiano.
Con la implantación del feudalismo
sobrevino una tendencia a reemplazar el concepto de autoridad pública por un
complejo sistema de relaciones privadas.
Esta idea se mantiene durante los S. IX y XII a través de los pensadores
cristianos, en el siglo XII Juan de
Salisbury publico su obra Policraticus, considerada como el
primer tratado medieval de ciencia política. Esta obra al igual que muchas otras de la
época se baso entre las disputas de los papas y los monarcas. Acerca de los
límites entre la potestad eclesiástica y la potestad civil o temporal, disputas
que se prolongarían por el resto de la Edad Media y los comienzos de la época
moderna.
Se inicia el estudio de la jurisprudencia
en el Sur de Francia y en las ciudades italianas de Ravena y Bolinia, donde se
inicia nuevamente el estudio del derecho Romano, y aplicarlo a los problemas
políticos y jurídicos contemporáneos, produciendo un gran volumen de literatura
politológica, hasta conseguir que en el siglo XIV los tratados de filosofía
política fueran comunes.
Ya en el siglo XIII Brutano Latini en el
libro de todas las coas, (el cual tal vez es el primer ensayo enciclopédico del
mundo), definía la política como el gobierno de las ciudades y decía que “es la
ciencia más alta y más noble y comprende los más nobles oficios del mundo, de
modo que la política comprende generalmente todas las artes que ocupan a la
comunidad humana”.
A comienzos del siglo XIII llegan a Europa,
por fuentes arábigas y judías las obras de Aristóteles, que en el principio
fueron prohibidas por la Iglesia, con el estigma de la infidelidad.
Poco después la iglesia adopta el
pensamiento aristotélico no solo fue admitido, sino convertido en piedra
angular de la filosofía católica, por obra de dos grandes maestros dominicos,
San Alberto Magno y su discípulo Santo Tomas de Aquino, quien como se ha,
dicho, fue el más alto exponente del pensamiento cristiano de la Edad Media. Su obra más importante la Summa Theologica y
el Opúsculo sobre el gobierno de los príncipes constituyen no solamente
tratados teológicos y filosóficos, sino obras de hondo contenido político.
En el S. XV esas polémicas entre papas y
gobernantes, produjeron nuevos aportes al pensamiento político, a través de las
obras del cardenal Nicolás de Cusa y las teorías surgidas de los concilios de
Basilea y de Constanza, que buscaron reforzar el absolutismo papal frente a los
reinos cristianos y de la obra de Henry de Bracton en Inglaterra.
A comienzos del S. XVI surge la figura de
Nicolás Maquiavelo, con cuyas obras, particularmente El Príncipe, se inicia en
opinión de muchos, la politología moderna. Por la misma época aparece la Utopía
de Tomas Moro, en que aboga por una comunidad política cooperativa.
La reforma crea una gran cantidad de
literatura política, empezando con Martin Lutero y Juan Calvino, destinados a
realzar la autoridad de los monarcas en contra de los papas.
El movimiento de la Contrarreforma
católica produjo nuevos e importantes planteamientos políticos, algunos de
contenido verdaderamente innovador, principalmente con la obra de los jesuitas
Roberto Belarmino y Juan de Mariana, cuya doctrina esta impregnada de
consideraciones de tipo constitucional.
Entre la literatura político-jurídica del
siglo XVI se destaca la obra Los seis libros de la republica de Jean Bodin, quien
alejado del partidismo religioso, trato de formular un sistema filosófico de
ideas políticas. Esta obra constituyo el
principal aporte intelectual de un grupo de pensadores modernos, conocidos con
el nombre de “políticos”.
Los políticos figuran entre los primeros
que admitieron la posibilidad de tolerar diversas religiones dentro de un mismo
Estado.
En la Inglaterra de finales del Siglo XVI
y la primera mitad del XVII, la literatura política se enriquece en torno a la
polémica entre los defensores de los fueros de la corona, frente a los
defensores de los fueros del Parlamento. De esta época datan The Laws of
Ecclesiastical Polity de Richard Hooker; De republica Anglorum de Sir Thomas
Smith, probablemente la obra que mejor describe la teoría constitucional
inglesa del siglo XVI; la obras de Francis Bacon, tendentes a realzar el poder
regio en cabeza de los Tudor; las de Sir Edward Coke, paladin de la limitación
de las prerrogativas rales y firme sostenedor del Common Law y muy
especialmente, las de Thomas Hobbes, cuya filosofía política expuesta sobre
todo en el Leviatán, es considerada como la estructura más imponente producida
en el periodo de las guerras civiles inglesas.
Pero es a finales del Siglo XVII cuando
surge la figura más influyente del pensamiento político ingles, John Locke con
sus Two treatises of Gover cuyo segundo libro, el Ensayo sobre el gobierno
civil marca el inicio del llamado constitucionalismo liberal.
En
Francia no se produce mucha literatura ya que por esa época se vivía la más
obscura de las épocas absolutistas con el reinado de Luis XIV.
Con la residencia en Inglaterra primero de
Voltaire y luego de Montesquieu, la filosofía de Locke se convirtió en el fundamento político de la Ilustración
francesa y la admiración hacia el gobierno ingles en rasgo fundamental del
liberalismo francés.
Montesquieu se convierte en el gran
propagador de estas ideas, a través, principalmente de Del Espíritu de las
leyes, y luego ellas se plasmaran en la obra de La Enciclopedia, impulsada por
Denis Diderot y Jean D´Alembert, en la que participan renombrados científicos,
economistas, literatos y políticos de la época, cobijados con el rotulo
genérico de filósofos. La obra de los
enciclopedistas, particularmente de Voltaire, Rousseau, Holbach, Diderot,
D´Alambert y Condorcet, es fundamentalmente policía y su influencia
determinante en los momentos revolucionarios de finales del siglo XVIII y el
Siglo XIX tanto en Europa como en América. Particularmente Rousseau con El
Contrato Social y el Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los
hombres, se convertirá en el inspirador de los demócratas radicales de la
Revolución francesa y en buena parte de los socialistas del siglo XIX.
El
pensamiento conservador del siglo XIX recibió así mismo el aporte doctrinario
de grandes filósofos alemanes como Immanuel Kant con su Critica de la razón
pura; Frederich Nietzche con La Voluntad de poder y Así hablaba Zaratustra.
El
pensamiento liberal del siglo XIX recibió nuevo aliento y una concepción más
moderna y acorde con la realidad social de su tiempo, a través de autores como
John Stuar Mill, Herbert Spencer o Alex de Tocqueville. Pero sin duda el mayor avance en el desarrollo
del pensamiento político del siglo XIX, con hondas repercusiones en el siglo X,
se debió a Karl Marx, cuya obra, fundamental economíceme, plantea toda una
filosofía política y social que serviría de base a una nueva escuela de
pensamiento político el socialismo marxista.
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