lunes, 24 de julio de 2017

INTRODUCCIÓN LA ACCIÓN HUMANA PARTE I

La Acción Humana
Introducción



Jesús Huerta de Soto
(Notas de Juan Carlos Juna Aguilera)

     La acción humana es un libro de texto fundamental en el curso de Economía Policía que se imparte en la Universidad Complutense y después en la Universidad Rey Juan Carlos ambas en Madrid.

II. PRINCIPALES VENTAJAS COMPARATIVAS DE LA ACCIÓN HUMANA:

La mayoría de libros de texto introductorios o manuales de Economía Política, están teniendo consecuencias muy negativas en la formación de los futuros economistas.  Se cree muchas veces que el mejor libro es el que presenta las “ideas” más novedosas, el que tiene los “datos más recientes”, pero esto no es más que una clara y penosa manifestación del viejo mito del “mejorismo científico”, según el cual todo lo reciente engloba y mejora los desarrollos teóricos anteriores.  Esta línea de pensamiento podría tener alguna aplicación en el campo de las ciencias naturales, pero no en el de las ciencias sociales o especialmente en el de la Economía Política en particular.

Lo anterior se debe a que nuestra ciencia se fundamenta en principios y características esenciales de la naturaleza del ser humano, que no puede ser moldeado al antojo de impulsos científicos o técnico-teóricos, por tanto, gozan de gran permanencia y en ecuaciones incluso de una plena inmutabilidad.  (Tema sumamente complicado de comprender, ya que el ser humano por naturaleza es mutante y de hecho vive en constantemente cambiando.)

Retomando un tema, todos aquellos que ingenuamente creen que el “mejorismo científico” se da en el campo de la Economía caen en las redes de lo que Murray N. Rodthbard felizmente ha calificado como de “concepción Whing de la historia de la ciencia”, este punto considera que lo ultimo siempre será lo mejor.  Según esta creencia, se supone que todo lo que se ha construido científicamente en cada momento es correcto, o al menos “mejor” que lo que se había elaborado con anterioridad.

Generalmente las “ideas económicas”, se tienden a presentar bajo complicadas ecuaciones matemáticas, pretendiendo dar un “elevado nivel científico”.  En otros muchos casos, el problema es al contrario, donde los tratadistas buscan hacer accesible y comprensible su material para los alumnos, lo que los hace caer en ligerezas imperdonables desde un punto de vista académico.

Que uno de los manuales introductorios de economía más actuales y prestigiosos afirme categóricamente que “el precio mide la escasez”, o que otro, por ejemplo, indique que aplicando la regla de igualar precios a costes marginales pueda hacerse una economía socialista logre el “optimo que jamás se alcanza en una economía capitalista, son tan solo dos ejemplos trágicos lo que en la actualidad se hace con la enseñanza de la economía, lo cual crea serios daños irreversibles.

Haciendo un paréntesis sobre lo que los “economistas” no comprenden y tampoco enseñan, hay que recordar que, como bien explica Mises: “el hombre, al actuar, no mide ni cifra la utilidad”. La ordena, por el contrario, en meras escalas valorativas. Los precios de mercado, lejos de reflejar una equivalencia de valor atestiguan que los contratantes valoran la mercancía de modo diferente.  Y esto es un claro ejemplo que como la escasez no refleja una realidad exterior objetivamente medible, sino que es un concepto subjetivo de valoración (ordinal) relativa a determinados fines que el actor considera que n pueden alcanzarse, como desearía, en su totalidad. (Pero esto es solo una pequeña digresión al tema de la escasez que veremos en detalla mas adelante.)

Otro gran error que se da constantemente es la imagen que se da de nuestra ciencia en los manuales la que suele ser mayoritariamente, la de una disciplina que se quiere desarrollar y exponer a imagen y semejanza de las ciencias naturales y del mundo de la ingeniería.

El daño que se le hace a los estudiantes es muy grande, ya que pasan a través de los primeros cursos introductorios de economía sin aprender los principios y fundamentos esenciales, adquiriendo la errónea impresión de que existe una respuesta segura para cada problema que puedan encontrase, simplemente efectuando de forma correcta el “diagnostico y aplicando automáticamente la correspondiente “receta”.

Lo anterior hace que los diferentes centros de enseñanza de economía mayoritariamente enfocados con este criterio se parezcan más a mediocres academias dedicadas a la preparación de “ingenieros” (sociales) que a lo que debieran ser, instituciones verdaderamente universitarias centradas en la investigación y estudio de los principios y fundamentos de la Ciencia Economía.

Un ejemplo de la transportación de ideas y términos de la física al campo de la economía, es la Elasticidad, término introducido por Alfred Marshall.

En el presente tratado encontraremos que Mises nos presenta el daño que esta concepción cientista de la economía produce sobre los estudiantes de la siguiente manera: “Los estudiantes quedan perplejos y desorientados. En los cursos de economía matemática se le ha saturado de formulas y ecuaciones que recogen unos hipotéticos estados de equilibrio, donde no hay ya actividad humana.” Descubren pues, que dichas ecuaciones de nada sirven en la vida real del mundo económico.

Resulta pues, de un lado, que aquel equilibrio que con tanto interés estudiaron jamás se alcanza en la práctica y, por otro, que nunca tampoco los salarios ni los precios de los productos del campo son suficientemente elevados, en opinión de sindicatos y agricultores.

Lo que lleva como tragedia a que la mayoría de estudiantes acepten, sin preocuparse de más, de las panaceas intervencionistas que sus profesores preconizan.  Todo lo anteriormente expuesto claramente demuestra la razón, del porque los manuales modernos sólo suelen gozar, en el mejor de los casos, de una vida muy efímera.

La importancia de los tratados sobre fundamentos o principios de la Ciencia Económica:

La forma de solucionar este problema es escribir verdaderos tratados sobre principios o fundamentos de la ciencia económica.  De esta manera se logra poner a disposición de los estudiantes un instrumental analítico de incalculable valor sobre el que podrán seguir construyendo todo el edificio teórico de la economía.
Al conocer los principios o fundamentos de la economía, no podrán ser víctimas de los errores que en la actualidad impregnan las corrientes económicas que tanto daño hacen al individúo y por consiguiente a la sociedad. Las ideas económicas de la actualidad están llenas de pensamientos constructivistas e intervencionistas, las cuales niegan la verdadera esencia de la ciencia económica.

Estos nuevos manuales de economía  deben de ser escritos con un criterio mucho mas atemporal y abstracto.  En todo caso el objetivo de todo tratado de principios o fundamentos ha de consistir en enseñar a los alumnos a pensar en términos de los elementos esenciales de la disciplina.

En esta perspectiva, La Acción Humana de Ludwing von Mises constituye el tratado sobre los principios y fundamentos esenciales de la Ciencia Económica más importante que se ha escrito en muchas décadas.  Sus rasgos más característicos son su profundo rigor analítico, así como la constante coherencia y plena concatenación lógica que rezuman cada uno de los treinta y nueve capítulos de la obra en los que prácticamente se tratan la totalidad de los problemas económicos.

Mises, construye en esta obra de forma sistemática un edificio sobre la teoría económica, que queda integrado en un todo coherente y unitario.

III. EL AUTOR Y SU OBRA: PRINCIPALES APORTACIONES DE MISES A LA CIENCIA ECONÓMICA:

     Las aportaciones de Mises al campo de la Ciencia Económica se extienden a lo largo de los dos primeros tercios del siglo XX.  Mises se convirtió en economista tras leer en las navidades de 1903 los principios de economía de Carl Menger. Es por tanto que a partir de esa fecha cuando se inicia una extensísima y fructífera vida académica dedicada a la investigación y a la enseñanza de la Economía y que no habría de detenerse hasta 1969 cuando Mises se jubila como profesor de economía de la Universidad de Nueva York.

El libro de Menger tuvo una notable influencia en Mises, por primera vez se intentaba construir toda la Ciencia Económica partiendo del ser humano, considerado como actor creativo y protagonista de todos los procesos sociales.    Menger creyó imprescindible abandonar el estéril “objetivismo” de la escuela clásica anglosajona y siguiendo una tradición del pensamiento continental muy anterior que podría remontarse incluso hasta los escolásticos españoles de los siglos XVI y XVII consideraba que el científico de la economía debía situarse siempre en la perspectiva subjetiva del ser humano que actúa, de manera que dicha perspectiva habría de influir determinantemente e inevitablemente en la forma de elaborar todas las teorías económicas, en su contenido científico y en sus conclusiones resultados prácticos.   Se entiende pues, como Menger considera imprescindible abandonar el estéril objetivismo de la escuela clásica anglosajona, siempre obsesionada por la supuesta existencia de entres externos de tipo objetivo (clases sociales, agregados, factores materiales de producción etc). Consecuencia natural de la concepción subjetivista, es no solo el desarrollo de la teoría subjetiva del valor y de su corolario la ley de la utilidad marginal, sino también la idea del coste como valoración subjetiva de las alternativas a las que se renuncia al actuar (coste de oportunidad).

     La aportación seminal de Menger es continuada por su alumno más notable Eugen von Böhm-Bawerk (1851-1914), que fue catedrático de Economía de Hacienda del gobierno del Imperio Austro-Húngaro en tres ocasiones.

Como nota aparte, es necesario señalar que las conexiones teóricas entre la Escuela Austriaca y los escolásticos españoles han sido estudiadas con detalle por dos alumnos de Mises. F.A. Hayek y en especial por Murray N. Rothbard.  Curiosamente esta intima relación existente entre los miembros de la Escuela de Salamanca y los teóricos de la Escuela Austríaca no es mencionada expresamente por Mises.

Böhm-Bawerk critico todas las teorías preexistentes hasta la aparición de su trabajo sobre el surgimiento del interés, impulsando además la teoría sobre el surgimiento del interés basada en la realidad subjetiva de la preferencia temporal.  El más avanzado de sus estudiantes Mises propuso extender la aplicación de la tradicional concepción subjetivista de la economía que había retomado Menger al ámbito del dinero y del crédito, publicando en 1912, bajo el titulo la teoría del dinero y del crédito, la primera edición de su primer libro de economía importante.