La Acción Humana
Introducción
Jesús Huerta de Soto
(Notas
de Juan Carlos Juna Aguilera)
La acción humana es un libro de
texto fundamental en el curso de Economía Policía que se imparte en la
Universidad Complutense y después en la Universidad Rey Juan Carlos ambas en
Madrid.
II. PRINCIPALES VENTAJAS COMPARATIVAS DE LA ACCIÓN HUMANA:
La mayoría de libros de texto introductorios o manuales de Economía
Política, están teniendo consecuencias muy negativas en la formación de los
futuros economistas. Se cree muchas
veces que el mejor libro es el que presenta las “ideas” más novedosas, el que
tiene los “datos más recientes”, pero esto no es más que una clara y penosa
manifestación del viejo mito del “mejorismo científico”, según el cual todo lo
reciente engloba y mejora los desarrollos teóricos anteriores. Esta línea de pensamiento podría tener alguna
aplicación en el campo de las ciencias naturales, pero no en el de las ciencias
sociales o especialmente en el de la Economía Política en particular.
Lo anterior se debe a que nuestra ciencia se fundamenta en principios y
características esenciales de la naturaleza del ser humano, que no puede ser
moldeado al antojo de impulsos científicos o técnico-teóricos, por tanto, gozan
de gran permanencia y en ecuaciones incluso de una plena inmutabilidad. (Tema sumamente complicado de comprender, ya
que el ser humano por naturaleza es mutante y de hecho vive en constantemente
cambiando.)
Retomando un tema, todos aquellos que ingenuamente creen que el “mejorismo científico” se da en el campo
de la Economía caen en las redes de lo que Murray N. Rodthbard felizmente ha
calificado como de “concepción Whing de la historia de la ciencia”, este punto
considera que lo ultimo siempre será lo mejor. Según esta creencia, se supone que todo lo que
se ha construido científicamente en cada momento es correcto, o al menos
“mejor” que lo que se había elaborado con anterioridad.
Generalmente las “ideas económicas”, se tienden a presentar bajo
complicadas ecuaciones matemáticas, pretendiendo dar un “elevado nivel
científico”. En otros muchos casos, el
problema es al contrario, donde los tratadistas buscan hacer accesible y
comprensible su material para los alumnos, lo que los hace caer en ligerezas
imperdonables desde un punto de vista académico.
Que uno de los manuales introductorios de economía más actuales y prestigiosos
afirme categóricamente que “el precio mide la escasez”, o que otro, por
ejemplo, indique que aplicando la regla de igualar precios a costes marginales
pueda hacerse una economía socialista logre el “optimo que jamás se alcanza en
una economía capitalista, son tan solo dos ejemplos trágicos lo que en la
actualidad se hace con la enseñanza de la economía, lo cual crea serios daños
irreversibles.
Haciendo un paréntesis sobre lo que los “economistas” no comprenden y
tampoco enseñan, hay que recordar que, como bien explica Mises: “el hombre, al
actuar, no mide ni cifra la utilidad”. La ordena, por el contrario, en meras
escalas valorativas. Los precios de mercado, lejos de reflejar una equivalencia
de valor atestiguan que los contratantes valoran la mercancía de modo
diferente. Y esto es un claro ejemplo
que como la escasez no refleja una realidad exterior objetivamente medible,
sino que es un concepto subjetivo de valoración (ordinal) relativa a
determinados fines que el actor considera que n pueden alcanzarse, como
desearía, en su totalidad. (Pero esto es solo una pequeña digresión al
tema de la escasez que veremos en detalla mas adelante.)
Otro gran error que se da constantemente es la imagen que se da de nuestra
ciencia en los manuales la que suele ser mayoritariamente, la de una disciplina
que se quiere desarrollar y exponer a imagen y semejanza de las ciencias
naturales y del mundo de la ingeniería.
El daño que se le hace a los estudiantes es muy grande, ya que pasan a
través de los primeros cursos introductorios de economía sin aprender los
principios y fundamentos esenciales, adquiriendo la errónea impresión de que
existe una respuesta segura para cada problema que puedan encontrase,
simplemente efectuando de forma correcta el “diagnostico y aplicando
automáticamente la correspondiente “receta”.
Lo anterior hace que los diferentes centros de enseñanza de economía
mayoritariamente enfocados con este criterio se parezcan más a mediocres
academias dedicadas a la preparación de “ingenieros” (sociales) que a lo que
debieran ser, instituciones verdaderamente universitarias centradas en la
investigación y estudio de los principios y fundamentos de la Ciencia Economía.
Un ejemplo de la transportación de ideas y términos de la física al campo
de la economía, es la Elasticidad, término introducido por Alfred Marshall.
En el presente tratado encontraremos que Mises nos presenta el daño que
esta concepción cientista de la economía produce sobre los estudiantes de la
siguiente manera: “Los estudiantes quedan perplejos y desorientados. En los
cursos de economía matemática se le ha saturado de formulas y ecuaciones que
recogen unos hipotéticos estados de equilibrio, donde no hay ya actividad
humana.” Descubren pues, que dichas ecuaciones de nada sirven en la vida real
del mundo económico.
Resulta pues, de un lado, que aquel equilibrio que con tanto interés
estudiaron jamás se alcanza en la práctica y, por otro, que nunca tampoco los
salarios ni los precios de los productos del campo son suficientemente
elevados, en opinión de sindicatos y agricultores.
Lo que lleva como tragedia a que la mayoría de estudiantes acepten, sin
preocuparse de más, de las panaceas intervencionistas que sus profesores
preconizan. Todo lo anteriormente
expuesto claramente demuestra la razón, del porque los manuales modernos sólo
suelen gozar, en el mejor de los casos, de una vida muy efímera.
La importancia de los tratados sobre fundamentos o
principios de la Ciencia Económica:
La forma de solucionar este problema es escribir verdaderos tratados sobre
principios o fundamentos de la ciencia económica. De esta manera se logra poner a disposición de
los estudiantes un instrumental analítico de incalculable valor sobre el que
podrán seguir construyendo todo el edificio teórico de la economía.
Al conocer los principios o fundamentos de la economía, no podrán ser
víctimas de los errores que en la actualidad impregnan las corrientes
económicas que tanto daño hacen al individúo y por consiguiente a la sociedad.
Las ideas económicas de la actualidad están llenas de pensamientos
constructivistas e intervencionistas, las cuales niegan la verdadera esencia de
la ciencia económica.
Estos nuevos manuales de economía
deben de ser escritos con un criterio mucho mas atemporal y abstracto. En todo caso el objetivo de todo tratado de
principios o fundamentos ha de consistir en enseñar a los alumnos a pensar en
términos de los elementos esenciales de la disciplina.
En esta perspectiva, La Acción Humana de Ludwing von Mises constituye el
tratado sobre los principios y fundamentos esenciales de la Ciencia Económica
más importante que se ha escrito en muchas décadas. Sus rasgos más característicos son su profundo
rigor analítico, así como la constante coherencia y plena concatenación lógica
que rezuman cada uno de los treinta y nueve capítulos de la obra en los que
prácticamente se tratan la totalidad de los problemas económicos.
Mises, construye en esta obra de forma sistemática un edificio sobre la
teoría económica, que queda integrado en un todo coherente y unitario.
III. EL AUTOR Y SU OBRA: PRINCIPALES APORTACIONES DE MISES A LA CIENCIA
ECONÓMICA:
Las aportaciones de Mises al
campo de la Ciencia Económica se extienden a lo largo de los dos primeros
tercios del siglo XX. Mises se convirtió
en economista tras leer en las navidades de 1903 los principios de economía de
Carl Menger. Es por tanto que a partir de esa fecha cuando se inicia una
extensísima y fructífera vida académica dedicada a la investigación y a la
enseñanza de la Economía y que no habría de detenerse hasta 1969 cuando Mises
se jubila como profesor de economía de la Universidad de Nueva York.
El libro de Menger tuvo una notable influencia en Mises, por primera vez se
intentaba construir toda la Ciencia Económica partiendo del ser humano,
considerado como actor creativo y protagonista de todos los procesos sociales. Menger creyó imprescindible abandonar el
estéril “objetivismo” de la escuela clásica anglosajona y siguiendo una
tradición del pensamiento continental muy anterior que podría remontarse
incluso hasta los escolásticos españoles de los siglos XVI y XVII consideraba
que el científico de la economía debía situarse siempre en la perspectiva
subjetiva del ser humano que actúa, de manera que dicha perspectiva habría de
influir determinantemente e inevitablemente en la forma de elaborar todas las
teorías económicas, en su contenido científico y en sus conclusiones resultados
prácticos. Se entiende pues, como
Menger considera imprescindible abandonar el estéril objetivismo de la escuela
clásica anglosajona, siempre obsesionada por la supuesta existencia de entres
externos de tipo objetivo (clases sociales, agregados, factores materiales de
producción etc). Consecuencia natural de la concepción subjetivista, es no solo
el desarrollo de la teoría subjetiva del valor y de su corolario la ley de la
utilidad marginal, sino también la idea del coste como valoración subjetiva de
las alternativas a las que se renuncia al actuar (coste de oportunidad).
La aportación seminal de Menger
es continuada por su alumno más notable Eugen von Böhm-Bawerk (1851-1914), que
fue catedrático de Economía de Hacienda del gobierno del Imperio Austro-Húngaro
en tres ocasiones.
Como nota aparte, es necesario señalar que las conexiones teóricas entre la
Escuela Austriaca y los escolásticos españoles han sido estudiadas con detalle
por dos alumnos de Mises. F.A. Hayek y en especial por Murray N. Rothbard. Curiosamente
esta intima relación existente entre los miembros de la Escuela de Salamanca y
los teóricos de la Escuela Austríaca no es mencionada expresamente por Mises.
Böhm-Bawerk critico todas las teorías preexistentes hasta la aparición de
su trabajo sobre el surgimiento del interés, impulsando además la teoría sobre
el surgimiento del interés basada en la realidad subjetiva de la preferencia
temporal. El más avanzado de sus
estudiantes Mises propuso extender la aplicación de la tradicional concepción
subjetivista de la economía que había retomado Menger al ámbito del dinero y
del crédito, publicando en 1912, bajo el titulo la teoría del dinero y del
crédito, la primera edición de su primer libro de economía importante.
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