martes, 6 de febrero de 2018

Los Fundamentos de la Libertad, Capitulo I


Los Fundamentos de la Libertad


Capítulo I

Libertad y Libertades

     El presente capitulo esta dividido en 7 subtítulos a saber, los cuales son:
1.     La libertad como ausencia de coacción
2.     Contraste con la libertad política
3.     Contraste con la “libertad interior”
4.     Contraste con la libertad como poder
5.     Conceptos inmensurables
6.     Libertad y esclavitud
7.     Libertad, coacción y ley

El presente capitulo Hayek lo abre con una cita de Abraham Lincoln, la cual hace referencia a la falta de comprensión sobre el término Libertad y la necesidad de comprender exactamente el significado de ese término.  A ese respecto Montesquieu hace una referencia similar en su libro Espíritu de las Leyes.

La libertad como ausencia de coacción

     De esta forma el autor dice que: “El estado en que un hombre no se halla sujeto a coacción derivada de la voluntad arbitraria de otro o de otros se distingue a menudo como libertad “individual” o “personal”.

Así, es menester comprender bien esta diferencia entre libertades, especialmente entre la “civil” y lo “político” ya que derivan, de palabras originarias del latín y griego que significan exactamente lo mismo.

J. Bentham manifestaba que: “La libertad, por tanto, es de dos o más clases, de acuerdo con los sectores de los que puede proceder la coacción que constituye precisamente la ausencia de libertad”. Es fundamental recordar estas palabras, ya que generalmente los que más desean coaccionar a otras personas, son los que exigen diferentes tipos de libertades o una libertad para cada cosa.

Por su parte el autor F. H. Knight, indica que: “El significado primario de libertad en la sociedad es siempre un concepto negativo, mientras que la coacción constituye el término que realmente debe definirse”. Esto lo afirma en virtud de la constante búsqueda que vemos sobre diversas concepciones de lo que es la libertad, cuando lo que debemos de definir, por no ser propio a la persona es la coacción.

Así, entonces, con lo anteriormente dicho, podemos decir, parafraseando a Hayek que, la función de una política de libertad debe ser la que busca reducir la coacción y más aún, sus dañosos efectos o hasta eliminarlos si es posible.

Es fundamental que esta idea de libertad quede bien clara, ya que ahora se ha perdido ese significado, pero si se retoma la historia, se observa que la definición de libertad para el esclavo y el libre podrían haber diferido, pero en realidad era bien clara y sin distinción.

“La libertad del libre puede haber diferido ampliamente, pero siempre dentro de un grado de independencia que el esclavo en modo alguno poseyó. Significo en todo momento la posibilidad de que una persona actuase según sus propias decisiones y planes”.  Y en base a lo expuesto es que Hayek sin miramientos de ninguna tipo dice que la libertad es por lo tanto: “independencia frente a la voluntad arbitraria de un tercero”.

Por lo tanto, Hayek manifiesta que la libertad es un significado preciso y que describe el estado apetecible del hombre. 

Al manifestar que existen varios tipos de libertades, se pone de manifiesto que son condiciones enteramente distintas, y por lo tanto muchas veces manifiestamente opuestas, donde se observan claras diferenciaciones.  Por ese motivo nuestro autor afirma que: “en nuestro sentido la “libertad” es una variando en grado pero no en clase”.

El autor Baker manifiesta que: “Originalmente libertad significo la cualidad o condición del hombre libre o del trabajador libre en contraposición a la de esclavo”.  

Si recordamos, en líneas anteriores, se decía que la libertad “civil” y “política” tenia un mismo origen ya sea griego o latín, pues al observar el vocablo latino libre y el griego eleutheros parecen derivar de palabras que denotan pertenencia a la tribu, extremo que se demostrara cuando se examinen los términos libertad y ley.

De lo manifestado hasta ahora, se puede inferir que, al decir de Hayek “El que una persona sea libre no depende del alcance de la elección, sino de la posibilidad de ordenar sus vías de acción de acuerdo con sus intenciones presentes…”. Lo que Hayek expone es claro, la persona debe tener la capacidad de buscar sus fines, en base a sus propios medios.   Por lo tanto, lo que la libertad busca, es que el individuo tenga una cierta esfera de actividad privada asegurada, esto es, que pueda actuar sin coacción, o al menos con la menor coacción posible.

Contraste con la liberta politica

     “La “libertad política”, se refiere a la participación de los hombres en la elección de su propio gobierno, en el proceso de la legislación y en el control de la administración. Dicha idea deriva de la aplicación de nuestro concepto a grupos de hombres tomados en conjunto a los que se otorga una especie de libertad colectiva”.

No se puede dejar pasar la afirmación que dice que la libertad viene a significar la ausencia de algo indeseable, afirmación de suma importancia para el estudio que se desarrolla actualmente.  Lo anterior se puede iniciar a apalancar con lo expuesto por Montesquieu en El Espíritu de las Leyes “vivir en un estado donde las leyes son iguales para todos y donde se cuenta con la seguridad de que sean ejecutadas … es se libre”.

Ahora bien, debemos de asegurar la comprensión de la “libertad política”, ya que ella no quiere decir que la elección del propio gobierno no asegura necesariamente la libertad, claros ejemplo tenemos de ellos, la Alemania nazi con Hitler y mas recientemente Venezuela con Hugo Chavez.

La confusión producida en base a la libertad política, se da básicamente por las malas formaciones intelectuales de las personas, especialmente de estos líderes que se han ejemplificado, ya que la independencia nacional no es un concepto análogo a la libertad individual, por ello en la “venta” de la idea de la libertad del individuo y el mismo deseo de la persona por alcanzarlo (aunque no se comprenda bien que sea), a menudo se encuentran emociones y sentimientos iguales, motivo por el cual hay que mantener los dos conceptos claramente diferenciados.

Contraste con la “libertad interior”

     Otro significado de libertad, es el de “interior o metafísica”, Hayek dice que: “Se refiere a la medida en que una persona se guía en sus acciones por su propia y deliberada voluntad, por su razón y permanente convicción más bien que por impulsos y circunstancia momentáneas… Lo opuesto a la “libertad interior”  no es la coacción ajena, sino la influencia de emociones temporales”.  La coacción a la “libertad interior”, a la que se refiere Hayek, es a la auto impuesta por la propia persona, en base a sus creencias.  

Fundamental es tener en consideración que la diferencia entre este concepto d libertad interior y libertad en el sentido de ausencia de coacción fue claramente percibida por los escolásticos medievales, quienes agudamente distinguían entre libretas a necesitare y libretas a coactione.

La diferencia entre los términos estriba en que al utilizarlos decimos que la ignorancia o la superstición impiden a los hombres hacer lo que deberían hacer si estuvieran mejor informados y, por lo tanto, proclamamos que “el conocimiento nos hace libres”.

Contraste con la libertad como poder

     Una muy peligrosa concepción de la idea de libertad, es aquella a la que se refiere la facultad de hacer lo que se quiere. Es por ello que en ocaciones la libertad ofrece sueños a la persona, pero con una visión errada de super hombre. De tal suerte, que muchos confundan la libertad con omnipotencia, cuando lo que simplemente se busca es la libertad individual. .

De echo, se puede ver esta mala utilización de la libertad como poder, especialmente en los estados totalitarios, donde la libertad individual es suprimida en nombre de la libertad de todos.  Así, Hayek lo describe muy bien al decir: “La transición del concepto de libertad individual al de libertad como pode ha sido favorecido por la tradición filosófica, que al definir la libertad usa la palabra “limitación” donde nosotros hemos usado “coacción”.   La diferencia fundamental es que la característica principal de la coacción es la necesaria obligación a actuar en un sentido determinado, que de no existir esa coacción, no se hubiese tomado esa conducta.

De esta forma P. Drucker nos hace referencia a esto, cuando nos dice: “Cuanta menos libertad existe, más se habla de nueva libertad”.

Una definición muy acertada son la ausencia de limitación la encontramos con E. S. Corwin, cuando expresa: “Libertad significa es ausencia de limitaciones impuestas por otras personas sobre nuestra libertad de elección y acción”.

Es por ello que debemos concluir manifestando en palabras de nuestro autor que: “definiremos la libertad como ausencia de limitación y coacción”.

Conceptos inmensurables

     Los primeros conceptos a estudiar serán, libertad y riqueza, ambos elementos son completamente diferentes. El que yo sea o no dueño de mi mismo y pueda o no escoger mi propio comino, y el que las posibilidades entre las que yo deba escoger sean muchas o pocas, son dos cuestiones totalmente distintas. 

Es muy probable que haya hombres no no valoren la libertad que poseen, incluso pudiera ocurrir que la necesidad de actuar de acuerdo con sus propios planes y decisiones pudiera sentirse por esos mismo mas como una carga que como una ventaja. La libertad debe ser deseable aunque no todas las personas obtengan ventajas de ella.

Tendríamos que considerar si los beneficios que la mayoría deducen de la libertad dependen de la utilización de la oportunidad que aquella les ofrece y si los argumentos en pro de la libertad realmente se apoyan en que la mayoría de los hombres la quieren.

Podría suceder que la libertad produjese sus efectos beneficiosos tanto a través de la disciplina que nos impone como mediante las mas visibles oportunidades que ofrece.  La libertad no significa la posesión de toda clase de bienes o la ausencia de todos los males.

En el sentido que damos al termino, el vagabundo que carece de dinero y que vive precariamente gracias a una constante improvisación es ciertamente más libre que el soldado que cumple el servicio militar forzoso, dotado de seguridad y relativo bienestar.

Si la libertad puede, no parecer siempre preferible a otros bienes, es un bien concreto que necesita un nombre preciso.  Es por ello que debe evitarse la sugerencia de que dichas “libertades” son diferentes especies del mismo género.  Acá estamos frente al origen de un peligroso y constante disparate, de una trampa verbal que conduce a la más absurda de las conclusiones.

La libertad en el sentido de poder, es decir, la libertad política, y la libertad interior no son de la misa clase que la libertad individual; no podemos ganar elementos comunes de la libertad en el balance final mediante el sacrificio de parte de alguna de ellas con vistas a obtener mas de la otra.

El hombre desea la libertad para alcanzar sus fines, considerando y comprendiendo que la libertad es una.  Es fundamental considerar la afirmación que hace Malinowski, en su libro Freedom an Civilization, publicado en Londres en 1944: “Si cometiéramos el descuido de identificar la libertad con el poder, obviamente amamtaríamos a la tiranía, de la misma forma que incurrimos en la anarquía cuando equiparamos la libertad con la falta de limitaciones”.

Libertad y esclavitud

     Se debe de afirmar que el concepto de libertad es meramente negativo. La libertad pertenece a esa clase de conceptos, ya que define la ausencia de un particular obstáculo: la coacción que deriva de la voluntad de otros hombres.  La libertad, no nos asegura libertades especiales, pero deja a nuestro arbitrio dcidi el uso que haremos de las circunstancias en que nos encontremos.

Aunque los usos de la libertad son muchos, la libertad es una. Las libertades únicamente aparecen cuando la libertad faltad, y son los especiales privilegios y exenciones que grupos e individuos pueden adquirir mientras el resto permanece mas o menos esclavizado. 

Ahora bien, TODO AQUELLO QUE PERMITE HACER COSAS ESPECÍFICAS NO ES LIBERTAD, en tanto que la libertad es compatible con la no permisión para hacer cosas especificas, se carece de ella si uno necesita permiso para llevar a cabo la mayor parte de cuanto puede hacer.  La diferencia entre libertad y libertades es que la que existe entre una condición en virtud de la cual se permite todo lo que no esta prohibido por la reglas generales y otra en la que se prohibe todo lo que no esta explícitamente permitido.

En la antigua Grecia, existían 4 derechos que la obtención de la libertad confería regularmente, el estado legal como miembro protegido de la comunidad, en segundo lugar, inmunidad frente a un arresto arbitrario, en tercer lugar,  el derecho a trabajar en lo que él deseara y en cuarto lugar, el derecho de trasladarse de un punto a otro del territorio de acuerdo con su propia elección.

Ahora bien, si este hombre se halla sujeto a idénticas leyes que todos sus conciudadanos, no puede ser objeto de confinamiento arbitrario, tiene posibilidad de escoger su trabajo y es capaz de poseer y adquirir propiedad, ninguna otro hombre o grupo de hombres, en tal supuesto, podrá ejercer coacción sobre el y cometerle a sus mandatos.

Libertad, coacción y ley

     Nuestra definición de libertad depende del significado del termino coacción.  Por coacción debemos de entender: “presión autoritaria que una persona ejerce en el medio ambiente o circunstancia de otra. La persona sobre la que ejerce dicha presión, en evitación de mayores males, se ve forzada a actuar en desacuerdo con un plan coherente propio y hacerlo al servicio de los fines de un tercero”.

Debemos de comprender y entender que existe una excepción muy clara y escapa, y es en lo relativo a elegir el menor mal, la persona que se halla en esa situación, a la que forzosamente ha llegado por causa de otro, es incapaz no solo de usar su propia inteligencia y conocimiento, sino de perseguir sus propios fines y creencias.

La coacción es precisamente un mal porque elimina al individuo como ser pensante que tiene un valor intrínseco y hace de el un mero instrumento en la consecución de los fines de otro.  La libre acción, tiene que basarse en datos que nunca pueden moldearse a voluntad de otro.

La coacción, no puede evitarse totalmente, porque el único camino para impedirla es la amenaza de coacción.  Lo anterior lo podemos comprender de mejor forma, cuando observamos la afirmación de F. H. Hnight, en Freedom and Reform: “La función primaria del gobierno es impedir la coacción, y por lo tanto, garantizar a cada hombre el derecho de vivir  su propia vida libremente asociado con sus semejantes”.

La sociedad libre, se enfrenta a este problema, al haberle otorgado al Estado el monopolio de la coacción, pero esta concesión de poder, debe entenderse únicamente en virtud que el Estado tiene como funciona principal proteger las esferas privadas de acusación de los individuos contra la interferencia de otros y delimita estas esferas, no mediante una adscripción especifica, sino creando las condiciones para que el individuo pueda determinar su propio campo de acción apoyando en reglas que le dicen cual será la actuación del gobernante ante diferentes tipos de situaciones.

La coacción que el poder publico debe utilizar para dicho fin se reduce al mínimo y resulta tan inocua como sea posible mediante la subordinación a normas generales conocidas, de forma que en la mayoría de los casos el individuo no necesita ser objeto de coacción a menos que por si mismo se coloque en una situación como consecuencia de la cual dicho individuo sabe que tal coacción tiene que ocurrir.

La coacción por regla general debe ser impersonal y dependiente de reglas abstractas.  La coacción, de acuerdo con reglas conocidas, y que generalmente es el resultado de circunstancias ante las que la persona objeto de aquella se ha colocado por si misma, se convierte entonces en un instrumento que asiste a los individuos por igual en la persecución de sus propios fines y no en un medio utilizable para los fines de otros. 


Se dice que el Estado posee el monopolio de la coacción, afirmación que vemos en B. Malinowsky en Freedom and Civilization. “El Estado es la única institución historia que tiene el monopolio de la fuerza”.  En el mismo sentido, se observa la afirmación de J. M. Clark, en Social Control of Business: “Se admite que la coacción apoyada por la fuerza es monopolio del Estado”. 

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