viernes, 19 de diciembre de 2014

“LA DESTRUCCION DEL LENGUAJE Y LA CONSTRUCCIÓN DEL ASISTEMA”


 En los constantes recorridos que realizo en La Antigua Guatemala, disfrutando de sus calles, su clima y especialmente de sus personas, tanto nacionales como extranjeros, tuve la oportunidad de observar una actividad que se desarrollaba en la Cooperación española, la cual tenía por nombre “POR UN COMERCIO JUSTO Y SOLIDARIO”, lo cual me hizo reflexionar sobre algunos temas que deseo compartir con ustedes.

     Uno de los grandes problemas que sufre Guatemala hoy por hoy, entre muchos otros, es la constante utilización de un sinfín de palabras a las cuales les queremos dar un significado completamente diferente al que realmente tienen o debiesen tener, lo cual causa un desajuste en el orden lógico, coherente y sistémico que debe tener el lenguaje.

    ¿A qué me refiero con esto? Tal y como lo podemos apreciar en la imagen que adjunto, la manta invita a participar en un comercio “JUSTO Y SOLIDARIO”, pero lamento informarle a los coordinadores de este evento, el cual estoy seguro que se hizo con muy buena fe y voluntad, que ¡oh sorpresa!, el “COMERCIO NO ES JUSTO NI SOLIDARIO”.


     Debo iniciar mencionando que el individuo en su calidad de ser humano puede llegar a tomar en una, dos, tres y hasta diez veces, una actitud misericordiosa o solidaria, a favor de alguna causa que en el fuero interno de la persona puede llegar a ser apreciada como una causa “justa” de ser apoyado, en beneficio de una persona o colectividad, pero también debemos de ser honestos con nosotros mismos y aceptar que no es la regla general, sino mas bien la excepción.

 El comercio está fundamentado por una condición innata en el ser humano, esta condición es la competencia, el individuo por instinto natural vive en una eterna competencia, la cual muchas veces no es reconocida de una forma consciente. También debemos de tomar en cuenta que, estas relaciones están fundamentadas en la idea de la desigualdad, por lo mismo, cada persona valora de diferente forma los objetos que está dispuesta a intercambiar y, por esa misma naturaleza, surge en primer lugar, la necesidad y el deseo de intercambiar, que en su propia esencia es satisfacer las necesidades que tiene el individuo, nunca satisfacer las del comerciante.

     El comercio no es nada más que la eterna competencia entre varias personas, que buscan satisfacer de la mejor forma, las infinitas apetencias de los consumidores. Por su parte, el consumidor adquirirá los productos o servicios de aquel individuo que sea capaz de satisfacer de una forma eficaz y eficiente las necesidades del consumidor, premiando con su preferencia (compra) la competitividad que esa persona tiene dentro del mercado.

     Luego, entonces, Juan no le comprara a Pedro por solidaridad o porque Pedro tenga mucha necesidad, le comprara única y exclusivamente si los servicios de Pedro satisfacen los deseos de Juan y aún más allá, si los servicios de Pedro satisfacen sus necesidades, dentro de una escala valorativa que únicamente le es propia a Juan. Esto quiere decir que si Pedro no es competitivo en su precio, por cualquier razón, aunque Juan necesite el bien o servicio de Pedro no lo adquirirá, especialmente si sabe Juan que lo puede conseguir de un tercero a un precio más conveniente dentro de su escala valorativa, y no por este hecho Juan es “injusto” al no comprar de Pedro el bien o servicio que este pretende comercializar.




     Para terminar, debemos de comprender que la única JUSTICIA, por la cual todos debemos de luchar, es por la igualdad de las personas ante la ley, ya que es la única igualdad que debemos procurar, en virtud que la mayor injusticia que puede vivir un ser humano, es ser tratado en base a disposiciones legales diferentes a las de otros individuos.

     La propuesta es plausible, sería mucho mejor y más seria, si se utilizara correctamente el lenguaje para impulsarla, haciendo uso de palabras más acordes y relacionadas a la actividad comercial que es la que se pretende desarrollar.

     Conocer palabras y términos como los siguientes, dará al enfoque comercial una visión completamente diferente a la errónea creencia que el “comercio es justo y solidario”. Estas palabras y términos son:   Vida, libertad, propiedad, ahorro, capital, costo de oportunidad, inversión, utilidad marginal, productividad, preferencias temporales, eterno estado de insatisfacción, inflación, impuestos, especialización del trabajo, cooperación,  etc. Y como resultado al conocer el significado de estas palabras, se entenderá sin lugar a dudas, lo que es la construcción de sistemas encaminados a crear riqueza.    

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