domingo, 10 de abril de 2016

UN ESTILO DE VIDA LLAMADO, LIBERTAD


   Hoy en día la sociedad se debate en la eterna discusión de lo que podría ser un argumento propio de una película de ciencia ficción entre el bien y el mal.  Siendo el bien, lo que algunos quieran y el mal lo que los otros quieran, en conclusión en esa discusión no hay ganadores, y como muy bien diría un apreciado amigo: “después de 3 minutos de discutir con un idiota ya no se sabe quien lo es”.

El tema central de esta película de ficción tendría  por protagonista a los integrantes de la izquierda agrupados en los más extremos rincones y a los integrantes de la derecha, atrincherados en sus muy remotas posiciones. Ambos despotricando uno contra el otro, manifestando que una y otra posición es perniciosa para los intereses nacionales y que de seguir el camino que el otro propone lo único que se conseguirá será una verdadera catástrofe nacional.

Ambas posiciones lo único que han demostrado a través de la historia es que, por lo menos en Guatemala, las dos son lo mismo, cada una vela por sus propios intereses y no tienen ningún interés en cambiar la situación del país, unos halando para un lado y los otros para el otro, en el medio la verdadera victima de esta eterna discusión sin ton ni son, (como diría mi mama), el pueblo de Guatemala, que en el ínterin no encuentran una luz al final del túnel, como nos refiriera Ernesto Sábato en su clásica novela.

Para el observador incauto de esta lucha entre el bien y el mal, podría haber un variopinto de situaciones que tenderían a fijar una postura propia de cada agrupación, pero nada más alejado de la realidad.  Al observar a ambos grupos desde el microscopio de la razón, observaremos que son dos parásitos diferentes de la misma sepa.

Unos se presentan de izquierda, otros se presentan de derecha, pero al final en el fondo, ambos son lo mismo, ofertas de izquierda las dos, que violan todos los principios que, durante más de ocho mil años de historia del hombre han buscado y vive anhelando, la LIBERTAD.

La idea de una sociedad libre, no es una ideología, es un verdadero estilo de vida, que de llegar a comprenderse, puede crear grandes cambios, no en las poblaciones mas necesitadas, no en el futuro de los niños mas desvalidos, sino en la vida de daca uno de nosotros, un ambiente donde seamos capaces de logar nuestras propias metas en base a nuestros conocimientos, y al darnos cuenta que no podemos logarlo solos nos veremos en la obligada necesidad de invitar a participar a otras personas con nosotros, para que nos ayuden a alcanzar nuestra meta y en el camino ellos nos ayudaran porque verán la posibilidad de alcanzar sus propias metas, en esta búsqueda de intensiones personales, muchas otras personas se verán beneficiadas, ya sea participando y colaborando, otras las menos si, se verán también beneficiadas de menor forma, pero al final beneficiadas.

Lo anterior como resultado de un ambiente que invita a todos a trabajar cooperando unos con otros, que permite realizar lo que yo desee siempre y cuando no moleste la paz y tranquilidad del vecino, y de esa forma el podrá hacer también lo que desee siempre y cuando no moleste la paz de los otros individuos.  Este sistema de vida, es tan lógico que permite que el individuo pueda descansar todo el tiempo que desee, siempre y cuando el cargue con los costos de su holganza, ya que la idea de la libertad contiene una moralidad irrefutable a todas luces, cada individuo debe de ser responsable de sus propios actos y no pretender transferir los costos de sus actos o no actos a las otras personas. Situación que sabemos muy bien no pasa en los otros sistemas ideológicos propuestos.

Podríamos decir que la idea de la libertad es nueva y de reciente difusión, empieza básicamente con los pensamientos económicos de David Ricardo y Carl Menger, llegando hasta nosotros mas próximamente por medio de los clásicos de la libertad Mises, Kirzner, Rothbar y especialmente nuestro autor Friedrich A Hayek.

Todos ellos, desarrollan una propuesta en donde todos los individuos vivan y se desarrollen bajo los principios de la vida en libertad, la cooperación social, la división del trabajo y el respeto irrestricto a los derechos fundamentales, tales como la vida y la propiedad privada de los medios de producción, esta última, cimiento del desarrollo económico de una sociedad libre.

Esta idea, la idea de la libertad, no es propia de los autores mencionados, ha sido la eterna lucha de la humanidad, la vida en libertad. En lo que sí han influido y mucho es en la estructura y configuración de este estilo de vida, explicando su fundamento moral y señalando en donde estriba la inmoralidad de las propuestas ideológicas.

La humanidad ha sido la mayor parte de su historia, víctima de los tiranos y abusadores, por un lado vemos sociedades oprimidas por su propio monarca, y por otro lado vemos sociedades oprimidas en primer plano por su propio monarca y posteriormente oprimidos por el monarca que los conquisto.  

La historia de la humanidad se desarrollo en base a esta forma de vida, en la cual, no existía ninguna aspiración, la única aspiración que existía para los hombres era únicamente pasar el día y tener lo mínimo para comer y especialmente tener lo máximo para pagar los impuestos que exigiera el monarca, esto curiosamente es regla en todos los periodos de la humanidad y en todas las culturas también.

El hombre, nacía pobre y moría pobre, no existía ni la más remota posibilidad de escalar un peldaño dentro de la precaria sociedad, o se era agricultor o se era soldado o se era clérigo o se era señor.  No existía opción de cambiar a una mejor posición, no había opción de aspirar a algo mejor, simplemente porque no lo había, como se nacía, así se quedaba, y era mucho ya tener la suerte de superar una expectativa de vida, en el mayor de los casos era muy corta, y los más acomodados tampoco era que escaparan de esta situación, el atraso y el subdesarrollo en muchas materias era lo más democrático que tenían por aquellos tiempos.

Pero llego la luz, aquella luz por la cual Prometo fue condenado a sufrir la muerte eterna, por haberse atrevido a compartir la luz proveniente del fuego, fuego que debemos referir al deseo de conocer.  Ese fuego del conocimiento esa luz del saber llego a un primer grupo de individuos que decidieron arriesgar sus propias vidas que era lo único que poseían y aventurarse a nuevas tierras.

Esos primeros hombres, que escaparon de la tiranía y el abuso, decidieron arriesgarse y se aventuraron a cruzar el mar, en busca de una tierra de oportunidades, esos valientes hombres y mujeres, lucharon sin nada, construyendo desde cero lo que hoy es el país más grande del mundo, y obviamente no me refiero a extensión territorial, sino a grandeza en prosperidad y desarrollo, dos cosas que en Guatemala ansiamos mucho pero no sabemos con alcanzar.

Vemos como la principal motivación fue en primer lugar buscar la insípida libertad, esa libertad que era el realizar las actividades que ellos quisieran libre de cualquier tipo de coacción, de aquella coacción que conocemos y comprendemos que la actividad externa a la voluntad de los individuos y la cual nos obliga a tomar decisiones y hacer cosas, que de otra forma no haríamos, esa coacción que impide la libre disposición del individuo sobre su persona y no digamos sobre sus bienes, que antes a la salida de los primeros grupos de Europa hacia América no existía.

Es sublime recordar el pacto del Mayflower, el cual, además es anterior a cualquier teoría de contrato social, en todo caso, este es el primer contrato social que realmente refirió un verdadero compromiso de libertad por parte de los colonos que llegaban a nuevas tierras.

La historia nos cuenta que estos colonos, firman un pacto, antes de descender del barco donde se comprometen a que si a alguno de los pasajeros de ese barco le toca mandar sobre los demás, jamás utilizara su poder para coaccionar injustamente a sus iguales. Esto es importantísimo para la estructura de la vida en sociedad, porque el fundamento principal de ello es no ser víctima de abusos y tiranías, eso es importantísimo y necesario de comprender y nunca olvidar.

En toda la costa atlántica fueron desembarcando año tras año nuevos grupos de individuos procedentes de varios lugares de Europa, españoles, franceses, holandeses, cuáqueros, ingleses etc. Todos ellos con una sola misión, buscar una tierra donde poder vivir en paz y libertad, y además y fundamental donde puedan tener garantía de sus propiedades en este caso la primera la propiedad de la tierra.

Con la seguridad y la certeza del respeto a la propiedad privada, cada uno de los nuevos colonos se vio en la posibilidad de intercambiar sus  propias posesiones por otras de interés para cada uno de ellos, motivo por el cual empezaron a cooperar para logar sus propios fines.

De esta forma los individuos se dieron cuenta que cooperando libremente entre ellos era más fácil alcanzar sus metas, al mismo tiempo que ayudaban a otros a alcanzar las de terceros y así desarrollándose como individuos.

Hay un tema importantísimo y fundamental que ayudo a esta cooperación social y fue el infinito intercambio de nuevos conocimientos que tuvieron todos los colonos entre sí, intercambiando experiencias propias y conocimientos lograron desarrollar en base a su propia ignorancia un sistema de cooperación que derivo en la división especializada del trabajo, lo que trajo consigo la especialización y la competencia.

Esta competencia creó un ambiente propio de descubrimiento, este descubrimiento se refiere a los infinitos procesos de nuevas formas de hacer las cosas, las personas siempre buscan nuevas formas de hacer más eficientes sus procesos y en esa competencia, todos buscaron la forma de sobresalir.  Estos procesos únicamente se dan en la sociedad libre.

La lógica que contiene la sociedad libre es la capacidad de hacer que los individuos comprendan que tienen la oportunidad de hacer lo que desean en la búsqueda de satisfacer sus necesidades, siempre y cuando puedan garantizar el respeto de los demás integrantes de esa comunidad, ese respeto tiene como condimento la característica de hacer pensar en un sinfín de oportunidades de accionar, así como de las formas en que podrá hacerlo con el ánimo de alcanzar sus metas.

Esta vida libre, crea automáticamente una marcada diferencia en la escala de valores de todos los individuos, por muchas razones, primero porque se valora más el esfuerzo que se realiza para obtener los fines, se valora más la escases de los productos que tenemos para alcanzar nuestros fines y se valora mucho más los satisfactorios resultados que obtenemos, es por ello que el hombre que vive en sociedad, respetara siempre muchísimo el esfuerzo de sus vecinos, al mismo tiempo que valorara siempre al máximo sus propio esfuerzo. Como hemos referido el cambio en la escala de valores dentro de la sociedad libre tendrá como resultado cambios de actitudes y de comportamientos, mismos que refuerzan los principios sobre los cuales se fundamenta la vida en libertad y los cuales garantizan la sana convivencia pacífica del conglomerado social.

El innegable éxito entre las relaciones libres crea las oportunidades necesarias para el desarrollo, mismo que únicamente lograremos por medio de un sistema de leyes que sean universales generales y abstractas, donde todos y cada uno de los individuos de la sociedad sean capaces de entenderlas y llevarlas adelante.

Ese sistema de moralidad puede hacer que haya mas relaciones pacíficas entre los individuos, un sistema que garantiza la sana convivencia al mismo tiempo que crea el ambiente necesario para que se pueda desarrollar la vida de las personas y así se desarrolle la sociedad.

El éxito de las personas en este sistema de vida, se logra únicamente a través del merito, del propio éxito alcanzado, se valora, al mismo tiempo que se satisfacen mas las necesidades de todos y cada uno en la sociedad.


Al finalizar el recorrido por nuestra lectura de la primera parte del libro Los Fundamentos de la Libertad, podemos asegurar que el desarrollo de las personas, y el posterior desarrollo de la sociedad, no se encuentra en la construcción de la sociedad perfecta, la idea de la libertad no es la más perfecta pero garantiza la  constante forma de llegar a esta forma de vida que anhelamos, no por medio de las ideologías, sino mas bien por un estilo de vida que se fundamenta en los principios de la sociedad libre. 

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