Capitulo IV
LIBERTAD, RAZÓN Y TRADICIÓN
Las dos tradiciones de la libertad
Este capitulo es sumamente importante, especialmente si consideramos que
en el Hayek nos explica las razones que llevaron a la humanidad a comprender de
forma tan diferente la idea de la libertad.
Tal es el punto que inicia el
capitulo con uno cita fundamental de Alexis de Tocqueville en la cual nos dice:
“Nada es más fértil en prodigios que el arte de ser
libre, pero nada hay más arduo que el aprendizaje de la libertad… La Libertad,
generalmente, se establece con dificultades, en medio de tormentas, viene
precedida por discordias civiles y sus beneficios no pueden conocerse hasta que
se hacen viejos”. Con esta
referencia Hayek explica la dificultad que hay en las personas de ver y
percatarse a tiempo de los beneficios de la Libertad, siendo ya muy tarde
cuando se pierde. Un claro ejemplo lo
tenemos hoy con el pueblo de Venezuela.
Debemos de iniciar manifestando que
la “Libertad no es un estado de la naturaleza, sino una
creación de la civilización".
Los hombres no deseaban la Libertad inicialmente, pero una vez se dieron
cuenta de los beneficios que ella tenia, buscaron instituciones que facilitaran
la vida en Libertad. En este orden de ideas no podemos dejar de apreciar que ,
las ventajas que proporciona la Libertad aparecen solo con el transcurso del
tiempo y siempre es fácil confundir la causa que las origino.
“Este
desarrollo de la teoría de la libertad tuvo lugar principalmente en el siglo
XVIII y se inicio en dos países, uno de los cuales conocía la libertad y el
otro no, Inglaterra y Francia. Como
resultado de ello, se han producido dos tradiciones diferentes de la teoría de
la Libertad, una empírica y carente de sistema; la otra, especulativa y
racionalista”.
Francia inicia su proceso de búsqueda
de la Libertad, tratando de interpretar las instituciones inglesas, por su
parte Inglaterra busco fundamentar sus instituciones en los escritos hechos por
los franceses. “Finalmente, ambas tradiciones llegaron a
hacerse confusas cuando surgieron en el movimiento liberal del siglo XIX y
cuando incluso los principios liberales ingleses se apoyaron tanto en la
tradición francesa con en la inglesa”.
Mucho tiempo atrás, estas confusiones
no se daban, ya que se comprendía mucho mejor la diferencia entre la Libertad
anglicana y la Libertad galicana, diferencia que señalo muy bien un filosofo y
político germano-americano: “La libertad galicana,
escribía Francis Lieber en 1848, se intenta en el gobierno y de acuerdo con un
punto de vista anglicano, se busca en un lugar equivocado, donde no puede
encontrarse. Las necesidades consecuencias de los puntos de vista galicanos son
que los franceses tratan de conseguir el más alto grado de civilización
política en la organización, es decir, en el más alto grado de intervención
estatal… Mientras que desacuerdo con el punto de vista anglicano, tal
intervención constituiría siempre o absolutismo o aristocracia”.
En base a lo anteriormente escrito,
podemos ver que como dice Francis Lieber: “El hecho de
que la libertad gálica lo espera todo de la organización, mientras que la
anglicana se inclina al desarrollo”. Ya nos dice mucho sobre la
forma de aproximarse a la función y visión de las instituciones.
“La
tradición que hemos denominado inglesa se hace explicaba principalmente a
través de un grupo de filósofos morales, escoceses capitaneados por David
Humen, Adam Smith y Adam Ferguson, secundados por sus contemporáneos ingleses
Josiah Tucker, Edmund Burke y William Papey, y extraída largamente de una
tradición enraizada en la jurisprudencia de la common law”.
Concepción
evolutiva
La gran diferencia este las visones sobre la Libertad la podemos
apreciar que en el predominio de la concepción inglesa del mundo, esencialmente
es empírica y en la postura racionalista que posee la visión francesa. El principal contraste se puede notar en la
siguiente afirmación: “La una encuentra la esencia de la
libertad en la espontaneidad y en la ausencia de coacción; la otra, solo en la persecución y concesión
de un propósito colectivo absoluto”. Así la afirmación más fuerte que hace J.S.
Talmon, sobre el tema, lo encontramos cuando afirma: “El
éxito de las doctrinas políticas que se apoyan en la tradición francesa se
debe, a su apelación al orgullo y ambición humana”. No podemos olvidar que las dos visiones
derivan de concepciones diferentes sobre como debe de funcionar la sociedad.
Siendo así, que los filósofos
ingleses colocaron los cimientos de una profunda y esencialmente valida teoría,
mientras que la escuela racionalista esta pura, completa y simplemente
equivocada.
No podemos dejar de mencionar que los
pensadores clásicos, también observaron los beneficios de na organización
basada en la sociedad libre, de tal forma Cicerón cita a Catón, para quien la
constitución romana era superior a la de otros pueblos ya que: “se basaba en el genio de muchos hombres y no en el de un solo
hombre”.
Así, ni Roma
republicana ni Atenas, las dos naciones libres del mundo antiguo, podrían, por
lo tanto, servir de ejemplo a los racionalistas. En oponían de Descartes, fuente de la
tradición racionalista, Esparta fue quien proporciono el modelo, pues su
grandeza no se debió a la preeminencia de cada una de sus leyes en particular…,
sino a la circunstancia de que, emanadas todas ellas de un único individuo,
tendían a un fin único”.
Y es interesante observar que un
modelo como Esparta, es lo que llego a constituir el ideal de libertad para
pensadores como Rousseau, Robespierre y Saint Just, así como a la mayoría de
partidarios de la “democracia social o totalitaria”.
De esta forma, es como se llega a la
falsa creencia de que es con leyes, que se logran resultado de una larga y
reiterada duración. Ya que la experiencia ha demostrado que con ellas, se llega
a modelar la conducta humana.
La aparición del orden
social
La sociedad moderna y
desarrollada surge a raíz de la necesidad de los individuos por alcanzar sus
metas, de tal forma que: “surgía de las separadas acciones de numerosos
individuos que ignoraban lo que estaban haciendo”.
Así
la humanidad demostró, y actualmente se demuestra que la sociedad se desarrolla
mejor y mas eficientemente sin un orden que determine las relaciones entre los
individuos, Hayek no lo describe así: “Por primera vez se demostró la
existencia de un orden evidente que no era resultado del plan de la
inteligencia humana ni se adscribía a la invención de ninguna mente
sobrenatural y eminente, sino que provenía de una tercera posibilidad, la
evolución adaptativa”.
Podemos
asegurar que, ninguna institución continuara sobreviviendo a menos que realice
alguna función útil, esta afirmación es contundente desde cualquier punto de la
antropología.
Para
tener una sociedad cimentada en ley debemos de atender lo que menciono James
Machintosh: “las constituciones no se hacen sino que se desarrollan, las
costumbres y la calidad de los gobernados y no la voluntad del gobierno, son
quienes hacen las leyes”. Esto hay que analizarlo bajo la idea que una
sociedad que pretende actuar bajo la idea de la Libertad debe darse sus propias
leyes, comprendiendo que son buenas para todos, y que no serán el resultado
antojadizo de un grupo de gobernantes los que diseñaran estas leyes en
beneficio de un pequeño grupo.
Hacemos
referencia a lo anterior ya que tenemos que comprender que la humanidad se ha
desarrollado, y sigue haciendo en base a la cooperación, la cual se cumple en
virtud de la constante y necesaria comunicación que existe entre los
individuos.
Pero
esta comunicación en ocaciones se vio alterada por la inclusión de “términos” e
ideas que no eran propias de la materia que se pretendía estudiar o comprender,
tal es el caso de las ciencias naturales y sociales, a este respecto Hayek nos
explica lo siguiente: “Por desgracia,
posteriormente, las ciencias sociales, en vez de construir en su propio sector
sobre los mencionados cimientos, reimportaron algunas de dichas ideas, de la
biología y con ellas derivaron a conceptos tales como (selección natural),
(lucha por la vida), y (sobrevivencia de los mejor dotados), que no son
apropiados en su campo. En la evolución social, el factor
decisivo no es la selección de las propiedad físicas, y hereditarias de los
individuos, sino la selección mediante la imitación de instrumentos y habito
que tiene éxito. Aunque opere también a través del éxito de indicios y grupos,
lo que emerge no es un atributo hereditario de los individuos, sino las ideas y
conocimientos prácticos; para abreviar, la total herencia cultural que pasa de
unos a otros mediante el aprendizaje y la imitación”.
Supuestos
contradictorios
Ahora en este apartado
el autor nos dará una visión sobre dos formas que se oponen, o dos tipos de
visones que se oponen a la forma en que la sociedad se desarrollo. siendo sus
argumentos los siguientes: “La tradición racionalista presupone
que el hombre originariamente estaba dotado de atributos morales e
intelectuales que le facilitaban la transformación deliberada de la
civilización, la evolucionista aclara que la civilización fue el resultado acumulativo
costosamente logrado tras ensayos y errores, que la civilización fue la suma de
experiencias”. Vemos claramente dos posiciones una que nos
presenta una estructura pensada con anterioridad y otra que se desarrollo en
base a prueba, a buscar la mejor forma de lograr metas, y cooperando entre
personas para lograrlo.
Muchos
de los conocimientos de las personas fueron y son transmitidas en base a la
experiencia de los antepasados, estos conocimientos fueron trasladados a
instituciones, quien las adoptaron en base de haber probado su superioridad.
De
esta forma el hombre descubrió que por medio de las instituciones creadas por
ellos mismos podían poner orden entre los mismos hombres, esto porque las
instituciones se habían creado en base a una libertad natural, “Sabían que para
reconciliar los conflictos de intereses se requieren los artificios de las
instituciones y tradiciones”.
Luego
estas instituciones se volvieron verdaderos centros de defensa de los derechos
de los individuos, comprobando al final que no fue la “libertad natural”, la que desarrollo a la
sociedad sino “las instituciones desarrolladas para asegurar la vida, liberad y
propiedad, las que hicieron beneficiosos esfuerzos individuales”.
Bentham,
manifestó claramente que “toda ley es mala”, ya que limita la libertad de
acción del individuo, pero su afirmación no fue nunca tan antiestatal o
anarquista como lo es el resultado lógico de la doctrina racionalista del
avises aire; su argumentación tuvo en cuenta tanto las fusiones propias del
Estado como los limites de la acción estatal.
Ahora
pongamos atención a las diferencias claras sobre las dos posiciones: “La diferencia es
singularmente evidente cuando se llega a las respectivas presunciones de las
dos escuelas en lo que respecta a la naturales del individuo. Las teorías
racionalistas de la planificación se basaron necesariamente en presumir la
existencia de una cierta propensión del individuo para la acción racional, así
como en la natural inteligencia y bondad de dicho individuo. La teoría
evolucionista por el contrario, demostró como ciertos arreglos instituciones
inducirían al hombre a usar su inteligencia encaminando hacia las mejores
consecuencias y como las instituciones podrían concebirse de tal forma que los
indicios novios hicieran el menor daño posible”.
Finalmente,
Hayek nos comenta que: “…según el punto de vista de los filósofos británicos,
el hombre es por naturaleza perezoso e indolente, imprevisor y malgastador, y
que solo a la fuerza de las circunstancias se debió su comportamiento económico
o el cuidadoso aprendizaje que le llevo a ajustar sus medios a sus fines. El homo aeconomicus fue explícitamente
introducido por el joven Mill, juntamente con muchas otras ideas que pertenecen
mas bien al racionalismo que a la tradición evolucionista”.
No
podemos dejar de un lado la afirmación que hacia Adam Smith, en base a que,
bajo su visión el funcionamiento del sistema económico no se apoyaba en la
libertad natural, en un sentido literal, sino en la libertad bajo la ley. Smith claramente lo expresa así: “El esfuerzo natural de
cada individuo para mejorar su propia condición, cuando se ejerce con libertad
y seguridad, constituye un principio tan poderoso que por si mismo y sin
ninguna asistencia, no solamente es capaz de llevar a la prosperidad y a la
riqueza de la sociedad, sino de vencer las obstrucciones impertinentes con las
que a menudo entorpece su funcionamiento la locura de las leyes humanas”.
Entonces
podemos ver la distinción claramente una propuesta es organizar al hombre por
medio de leyes que limiten su natural egoísmo y su tendencia, igualmente
natural a favorecer sus propias intenciones, la otra propone un sistema libre
que garantice la cooperación espontánea, donde las personas trabajaran
conjuntamente para lograr sus propios fines, haciendo de la forma que mejor les
convenga y por medio de la cual logren los mejores resultados.
Costumbres y tradición
“La mayor diferencia entre los dos
puntos de vista radica, sin embargo, en sus respectivas ideas acerca del papel
de la tradición y el valor de los restantes productos del desarrollo
inconsciente arrastrados a través de las edades”.
Hay
personas que piensan que todas las actividades de los individuos deben de ser
regladas o dirigidas, esto pasa por dos situaciones en especial, una porque
creen ellos que son tan inteligentes que saben perfectamente que es lo que
necesitan otras personas; y dos, creen que pueden decidir que necesitan otras
personas, debido a que las personas por ser ignorantes no saben lo que quieren
y lo que necesitan, cualquiera de las dos posiciones son aberrantes desde
cualquier punto de vista.
Ambas
posiciones tienen en común un punto, que consideran la libertad individual el
principio de todos los problemas, ya que la Libertad en si significa caos para
la sociedad.
“Por el contrario, para
la tradición evolucionista empírica el valor de la libertad consiste
principalmente en la oportunidad que proporciona el desarrollo de lo no ideado,
el beneficioso funcionamiento de la sociedad libre descansa en la existencia de
instituciones que han crecido libremente.
Aunque parezca paradójico, es probable que una prospera sociedad libre
sea en gran medida una sociedad de ligaduras tradicionales”.
“Lejos de presumir que
los creadores de las instituciones eran más sabios que nosotros, el punto de
vista evolucionista se basa en percibir que el resultado de los ensayos de
muchas generaciones puede encarnar más experiencias que la poseída por
cualquier hombre en particular”.
La
pretensión fundamental del ser humano, es imitar las experiencias de éxito en
todo sentido, ya que ellas han enseñado a lo largo de la humanidad, cual es la
forma correcta de hacer las cosas, de tal manera que la evolución del hombre y
por lo tanto de la sociedad, se sostiene en la constante repetición y
perfeccionamiento de los procesos que han proporcionado por un lado progreso
para los hombres y desarrollo para la humanidad.
El imperio de la moral
Hemos visto como los individuos buscan las
mejores formas para lograr sus metas, pero ahora debemos de fijarnos en las
“reglas” que disponen para ello. “…las reglas de conducta que han
madurado como parte de dicha civilización y que constituyen a la vez el
producto y la condición de la libertad”.
De
todas las forma de comportamiento sean espontáneas o regladas, las mas
importantes son las normas morales, aunque definitivamente no son las mas
significativas. El éxito de una sociedad que vive civilizadamente en paz, se
rige “mayormente por la parte del tiempo en que los miembros de nuestra
civilización se conforman con las inconscientes patrones de conducta”. Esto quiere decir, que las personas se
comportan bien, en base a un grupo de normas internas a ellas, que han sido
aprendidas por medio de la experiencia, en virtud de ver que son buenas para
ellos y obviamente para la sociedad, son “producto de hábitos y tradiciones
firmemente establecidas. La observancia general de dichas convenciones es una
condicen necesaria para el orden del mundo en que vivimos”.
Es
interesante apreciar, que la idea de la libertad se ha desarrollado de forma
más eficiente entre aquellos hombres que poseen profundas convicciones morales,
esto se debe a que la conducta correcta deviene de la creencia de la conducta
moralmente libre de cualquier tiempo de coacción, en virtud de ser buena por
si, no por ser “ley”.
“Al obedecer las reglas
sin que exista coacción se tiene una ventaja evidente, y no únicamente porque
la coacción como tal es mala, sino porque, de hecho, a menudo es deseable que
las reglas se respeten en la mayoría de los caos y que los individuos capaces
de transgredirlas comprendan que no merece la pena incurrir en el oprobio que
tal infracción traerá consigo”.
Al
momento de hacer estos resúmenes, se discute en Guatemala las reformas
constituciones al sector justicia (lo cual en si, ya es discutible desde el
punto de vista de la epistemología del derecho), pero es interesante para
nuestro estudio observar que Hayek, promueve hasta cierto punto esos sistemas
de reglas costumbristas, en virtud de lo que ya hemos discutido, sin entrar a
ver, si estos sistemas ancestrales son buenos o malos, apreciemos y meditemos
sobre lo que nuestro autor manifiesta, e intentemos hacer una implementación del tema a la situación
nacional.
“A diferencia de
cualesquiera preceptos coactivos impuestos de manera deliberada y que solo
pueden cambiarse discontinuamente y para todos al mismo tiempo, las reglas de
la clase que nos ocupa permiten un cambio gradual y experimental. La existencia de individuos y grupos que
observan simultáneamente normas parcialmente diferentes proporciona la
oportunidad de selecciona las más efectivas”. Cabe mencionar de una vez, para evitar malos
entendidos que el mismo Hayek en su libro Derecho, Legislación y Libertad,
manifiesta, que estos sistemas “costumbristas”, basados en la sana convivencia
pacifica, son buenos, eficaces y eficientes en grupos pequeños que adoptan
estos sistemas y en los cuales los individuos deciden hacerlos propios en base
a lo “cerrado” de la sociedad, pero que al llevarlos a la GRAN SOCIEDAD,
pierden la capacidad de garantizar la seguridad y la certeza jurídica que se
pretende para que haya una vida pacifica y que pueda garantizar los derechos
fundamentales de los individuos tales como vida, libertad y propiedad.
Si
observamos el tema ante nuestra realidad, es justamente la situación que
discutimos actualmente dentro del tema del pluralismo jurídico.
“Este sometimiento a las
convenciones y reglas voluntarias, cuya significación e importancia no entendemos
del todo; esta reverencia por lo tradicional, indispensable para el
funcionamiento de una sociedad libre, es lo que el tipo de mente racionalista
considera inaceptable” .
“En cualquier fase de
nuestra evolución, el sistema de valores dentro del cual hemos nacido
suministra los fines que nuestra razón debe servir”. La razón moral que nos guía no es determinada
por nada y por nadie, es la construcción interna de cada persona.
Supersticiones en torno
a la superstición
“Hay buenas razones para que cualquier persona
que desee viiv y actuar con éxito en sociedad acepte muchas creencia comunes,
aunque el valor de esos argumentos tenga poco que ver con su verdad
demostrable”.
En la actualidad en el desarrollo del
campo de la ciencia y la teología también, se ha buscado la forma de “destruir”
creencia que no se pueden probar científicamente, quizá esto sea llevar ls
cosas demasiado lejos. Una hipótesis
puede muy bien resultar teóricamente falsa, pero al deducirse de ella nuevas
conclusiones que prueban su verdad, vale más aferrarse a tal hipótesis que
operar en el vacío. Tal tentativa, aunque ofrezca respuestas parciales a
cuestiones importantes, puede entrañar la máxima trascendencia a efectos
partíos, aunque a los científicos no les agrade debido a su posibilidad de
impedir el progreso.
“La
experiencia le llega al hombre por muchas más vas de las que comúnmente
reconocen los experimentadores profesionales o los que investigan en búsqueda
de condimentos explícitos”. “El que
nuestra conducta resulte apropiada no depende necesariamente de que sepamos por
qué lo es”. “El espíritu racionalista
esta en constante revuelta contra la exigencia de sumisión a tales reglas, e
insiste en aplicarle el principio de Descartes que dice: “ Rechazar como absolutamente
falsas todas las opiniones en relación con las cuales yo pueda suponer la mas
mínima posibilidad de duda”. “El espíritu racionalista siempre se ha
pronunciado por el sistema sintético de moral deliberadamente construido”.
“El
racionalismo del siglo XVII argumento explícitamente que, puesto que conocía la
naturaleza humana, podía fácilmente encontrar la moral que le convenía. No
comprendo que la denomina naturaleza humana es con mucho el resultado de esas
concepciones morales que cada individuo aprende con el leguaje y el
pensamiento”.
En resumidas cuentas, lo que Hayek no
expone es que, la persona puede tener una conducta ética dentro de la sociedad,
debido a fuertes creencias religiosas, o a instituciones morales libres de
cualquier creencia o fe, o simplemente debido a que respeta la ley,
independientemente del motivo que lo lleve a vivir decentemente dentro de la
sociedad, esto es lo importante, ya que la máxima expresión de civilización
debe ser la vida pacifica como resultado de la libre, espontánea y voluntaria
cooperación entre los individuos para que cada uno pueda alcanzar sus metas de
la forma que mas le parezca conveniente sin perjudicar a su vecino.
La
moral y “lo social”
Hayek, señala que las palabras,
“moral” o “el bien”, son constantemente sustituidas por la palabra “social”,
observemos sus afirmaciones.
“Cuando
se habla de “conciencia social” en contraposición a la mera “conciencia”, se
refiere presumiblemente a un conocimiento de los particulares efectos de
nuestras acciones sobre otras personas, a un esfuerzo para no guiarse meramente
en su conducta por reglas tradicionales, sino por una consideración explicaba
de las especiales consecuencia de la acción en cuestión. En efecto, están diciendo que nuestras
acciones tendieran que guiarse por un completo entendimiento del funcionamiento
del proceso social y que nuestro objetivo debiera ser la obtención de un
resultado previsible que describen como “bien social”, mediante la utilización
de una valoración consciente de los hechos concretos de la situación”.
“Lo
curioso del caso es que esta apelación a lo “social” entraña realmente una
petición de que la inteligencia individual, mas bien que las reglas
desarrolladas por la sociedad, guíe las acciones individuales, que los hombres
renuncien al uso de lo que verdaderamente propia llamarse social y descansen en
el juicio individual sobre cada caso particular”.
Lo que se solicita en conclusión es
que la persona renuncie a su calidad de individuo y seda en favor de la “sociedad”
lo que es bueno para todos, ya que eso en lo moral, pensar en el individuo es
egoísta y por lo tanto malo para el desarrollo de la sociedad.
Este pensamiento racionalista
considera que, en virtud de que el hombre no sabe lo que quiere ni lo que necesita,
debe de acoplarse a lo que la sociedad sabe de antemano que es bueno para
todos, y por tal motivo esa persona, apartándose de sus propios fines, debe de
volcar su actividad a colaborar con los fines de la sociedad que son los
verdaderamente necesarios para todos.
Este argumento racionalista, pasa por
alto que, el individuo ha aprendido que, buscando la forma mas conveniente para
alcanzar sus metas, debe ayudarse de otros que lo socorran en el camino para
cambiar su estado actual. De esa forma la cooperación se torna fundamental en
el desarrollo de la persona y por lo tanto en el progreso de la sociedad.
La
Libertad como principio moral
Debemos de reconocer que es obvio que no todas las construcciones
morales que se han dado en la historia de la humanidad son buenas, eso seria a
todas luces una afirmación falaz.
“Solo
los resultados pueden demostrar si los ideales que guían a un grupo son
beneficiosos o destructivos”. De hecho, la historia ha demostrado que
muchas construcciones intelectuales han sido nefastas para algunas sociedades,
a pesar que sus miembros, consideraban esas construcciones intelectuales muy
valederas propias y fundamentales en ese tiempo y circunstancias. Puede ser el caso que una nación se
destruyese a si misma por seguir las enseñanzas de los que considera sus
mejores hombres.
Dentro de una sociedad estructurada
por costumbres soledades, solo decaen los grupos que están guiados por ideas
impracticables dentro del esquema ordenado que se dio ya la sociedad, sea un
orden espontáneo o de leyes generales, universales, abstractas e impersonales,
ósea esto solo tiene lugar dentro de una sociedad libre.
“Cuando
todos han de serie a los mismos ideales, no permitiendo a los disidentes
adoptar otros distintos, solamente se evidencia lo improcedente de estas normas
cuando sobreviene la decadencia del Pais por ellas regido. La cuestión importante que surge aquí es si
el acuerdo mayoritario sobre una norma de conducta es suficiente justificación
para obligar a los disidentes minoritarios al cumplimiento forzoso o si tal
poder no debería condicionarse también mediante normas mas generales”.
“Sin
duda alguna la libertad individual constituye lo que mas apropiadamente puede
consideras como principio moral de acción política, pero la libertad exige que
se la acepto como valor intrínseco, como algo que debe respetarse sin
preguntaron si las consecuencias serán beneficiosos en un caso particular”. La razón de la libertad esta en favor de
principios y jamas en conveniencias que la limiten o que favorezcan a persona
alguna o a grupos.
El autentico contenido
de la razón
Es posible que se crea o piense que Hayek
esta en contra del uso de la razón, pero nada mas alejado de la realidad, de
hecho, él mismo manifiesta, que la utilización de la razón es fundamental para
comprender los problemas que causa no limitar sus alcances dañinos. Lograr
comprender esto, es el ejercicio mas difícil de la razón.
“La razón es sin duda la
más preciosa posesión del hombre”. “Es un llamamiento los hombres para que
comprendan el deber de utilizar la razón inteligentemente”. Lo importante es que algunas personas lleguen
a comprender que la razón, mal utilizada crea limites al desarrollo de la
sociedad y especialmente del individuo.
“La postura antirracionalista
aquí adoptada no debe confundirse con el irracionalismo o cualquier invocación
al misticismo. Lo que aquí se propugna es una abdicación a la razón, sino un
examen racional del campo donde la razón se controla apropiadamente. Parte de
este argumentación afirma que el uso inteligente de la razón no significa el
uso de la razón deliberada en el mayor numero de posible de ocaciones”.
No
podemos dejar de mencionar en este punto, que hasta David Hume, utilizo sus
armas en contra de los Ilustrados y emprendió una trabajo de cercenar las
pretensiones de la razón mediante el uso del análisis racional. Esto se determina en virtud de haberse
considerado a Hume como un antirracionalista sistemático.
“La primera
consideración es que aprendamos a comprender el papel que de hecho desempeña y
puede desempeñar en el funcionamiento de cualquier sociedad basada en la
cooperación de muchos opiniones aisladas.
Esto significa que antes de tratar de remolcare inteligentemente la
sociedad, debemos adquirir conciencia de su funcionamiento. Tenemos que admitir
la posibilidad de equivocarnos incluso cuando creemos entenderla; hemos de
aprender que la civilización humana tiene vida propia”.
“Todos nuestros
esfuerzos y progresos han de encuadrarse siempre dentro de ese conjunto dado;
tender a una participación antes que a una total construcción”. “Ninguna de estas conclusiones es contrario a
la razón sino, a la utilización exclusiva de la misma por el gobierno y sus
poderes coactivos; no son argumentos contra la experimentación, sino contra
todo poder que no concede alternativa y del que se deduce la pretensión de
hablar se en posesión de una sabiduría superior. Nuestros razonamientos se
alzan contra la exclusión de soluciones mejores que aquellas a las que se
limitan quienes disfrutan del poder”.