CAPITULO III
PROGRESO Y SENTIDO COMÚN
Progreso
y sentido común
Hoy en día muchas personas no dudarían
en preguntarse si el progreso realmente existe o si por lo menos es
deseable. Y este cuestionamiento no
podemos negar que se hace necesario.
Así, aun se puede preguntar si existo menos fundamento para hablar de
las reconocibles “leyes del progreso, que nos facilitan la predios de las
condiciones hace las que necesariamente nos movemos”.
“La
civilización es progreso y el progreso es civilización, La conservación de la
clase de civilización que conocemos depende de la actuación de fuerzas que en
condiciones favorables provocan progreso”. Es cierto y debe de reconocerse que no todo
el progreso conduce a una situación mejor, pero también es necesario manifestar
que sin el progreso no se reconocería a la persona actual del cavernícola.
“La historia de la civilización es el relato del progreso”, ya
que en 8 mil años ha creado todo lo que consideramos propio a la especie
humana.
Si
muchos rasgos de nuestra civilización nos parecen faltos de naturalidad,
artificiales o insalvables, ello debe de atribuirse a la experiencia del hombre
hasta que se dedico a la vida ciudadana, que es cuando virtualmente la
civilización comienzo.
Todas
las consabidas quejas contra la industrialización, el capitalismo o el elevado
refinamiento son principalmente protestas contra una nueva forma de vida que el
hombre emprendió poco tiempo ha, después de mas de medio millón de años de
existencia como cazador errante y que creo problemas que todavía no ha
resuelto.
Progreso
y Mejora
La evolución social no puede denominarse
progreso, dado que no se logra por la razón humana esforzándose por medio
conocidos hacia un objetivo fijo. Seria mas correcto pensar en el progreso como
un proceso de formación y modificación del intelecto humano, un proceso de
adaptación y aprendizaje.
El
progreso consiste en el descubrimiento de lo que todavía no es comido, sus
consecuencias deben ser impredecibles.
La razón humana no puede predecir ni dar forma a su propio futuro. Sus progresos consisten encontrar donde
estaba el error.
Antes
de continuar, es necesario revisar lo que menciona J.B. Burro en The Idea of
Progres, cuando expresa: “Las teorías del progreso están pues, diferenciadas
en dos tipos distintos, correspondientes a dos tipos políticos radicalmente
opuestos y que ejercen su atracción sobre temperamentos antagónicos. Uno de los tipos lo constituyen los
idealistas y socialistas constructivas, que pueden nombrar todas las calles del
promontorio. El desarrollo del hombre es
un circuito cerrado, sus fases se conocen y están al alcance. El otro tipo lo integran aquellos que, a la
vista de la gradual ascensión del hombre, creen que por la mima interpelación
de fuerzas que le han conducido tan lejeo y mediante un posterior desarrollo de
la libertad, para cuya obtención ha luchado, se moverá lentamente hacia
condiciones de creciente armonía y felicidad.
Aquí el proceso de desarrollo es indefinido; sus etapas son desconocidas
y se sitúan en el remoto futuro. La
libertad individual es la fuerza motriz y su correspondiente teoría política es
el liberalismo”.
Ahora
retomemos las afirmaciones de nuestro autor, Hayek manifiesta muy acertadamente
que ninguna hombre puede predecir cuales serán las consecuencias de su trabajo,
y de esto la historia de la ciencia esta plagada de ejemplos. El intento de hacer que la ciencia apunte
deliberadamente al conocimiento útil, al conocimiento cuya utilización futura
puede preverse, es el mismo que impedir el progreso. El progreso por su propia
naturaleza, no admite planificación.
Quizá podamos hablar legítimamente de progreso planificado en un
particular sector donde nuestro objetivo es la solución de un problema
especifico, y estamos ya en la ruta que lleva a la respuesta.
La
afirmación anterior la hace Hayek en virtud de comprender que, el trabajo
dirigido tiene un limite, pero cuando se esta, ante la abierta posibilidad de
infinitos resultados, nos encontramos conociendo lo que antes no sabíamos y eso
nos hace mas sabios.
El progreso consiste en lograr cosas por
las que hemos estado esforzándonos, ello significa que a todos les agraden los
resultados o que todos resulten gananciosos. Puesto que nuestro deseo y
objetivos también están sometidos a cambios. En este párrafo, se pueden
apreciar las condiciones del “eterno estado de insatisfacción” y “las
preferencias temporales”, propios y fundamentales dentro de la concepción de la
Escuela de Economía Austriaca.
Hay
que tener claro que, el Progreso es un termino que nos dice poco sobre si la
nueva situación nos dará mas satisfacción que la vieja.
En
este momento es conveniente hacer una reflexión sobre lo que manifiesta I.
Langmuir en Freedom, the Oportunity to Porfit from the Unexpected. “En el trabajo de investigación no se
puede planificar los descubrimientos, pero puede planificarse el trabajo que
probablemente conducir a los descubrimientos”.
“No hay que olvidar que
los logros aparentemente inutiles y triviales son a menudo los preparativos
necesarios para los descubrimientos importantes”.
En
una sociedad estacionaria, el numero de los que progreso equivaldría
aproximadamente al de los que retroceden. Para que la gran mayoría pueda
participar individualmente en el progreso es necesario que avancen a una
velocidad considerable.
El
estado progresivo es realmente el alegre y cordial estado para todos los
diferentes ordenes de la sociedad. El
estacionario es aburrido; el decadente melancólico. Una de las realidades mas características de
la sociedad progresiva es que la mayoría de las cosas que los individuos se
esfuerzan por obtener tan solo pueden conseguirse a través de mayores
adelantos. Las nuevas posibilidades llegan a ser posesión común solo a través
de ese lento proceso en cuya virtud los logros de los pocos hacen obtenibles
para muchos.
Los
nuevos conocimientos abren nuevas expectativas, tiene que pasar a través de un
dilatado proceso de adaptación, selección, combinación y mejoramiento antes de
que se puedan utilizar por completo. Esto significa que siempre existirán
gentes que se beneficien de las nuevas conquistas con antelación al resto de
los mortales.
Progreso
y desigualdad
El rápido progreso económico con que
contamos parece ser en gran medida el resultado de la aludida desigualdad y
resultaría imposible sin ella. El
progreso a tan rápido indice no puede proseguir a base de un frente unificado,
sino que ha de tener lugar en forma de escalón con algunos mas adelantados que
el resto.
La
elevación de nuestro nivel de vida al menos se debe en gran parte a un
incremento del conocimiento que facilita no solamente el mero consumo de
mayores cantidades de las mismas cosas, sino la utilización de cosas diferentes
y de otras que a menudo no confiamos antes. Y aunque en parte en creciente de
la renta estriba en la acumulación de capital, depende mas probablemente de
nuestra sabiduría para usar nuevos recursos con mayor efectividad y para nuevos
propósitos. El desarrollo del conociendo
goza de tan especial importancia porque, mientras que los recursos materiales
permanecen escasos y han de reservarse para propósitos limitados, lo usos del
nuevos conocimiento (donde no se reduzcan artificialmente mediante patentes de
monopolio) carecen de limites.
A
través de este libre uso del conocimiento, adquirido por la experiencia de
algunos de los miembros de la sociedad, se hace posible el progreso general.
Los logros de aquellos que han marchado a la cabeza facilitan el avance de los
que les siguen.
No
podemos cerrar los ojos a la realidad de que, los lujos de hoy son las
necesidades del mañana. Si hoy día los
países más ricos pueden suministrar en gran medida bienes y servicios, cuya
gran mayoría no hace mucho tiempo era fisicamente imposible producir en tal
cantidad, es consecuencia directa de que primeramente tales bienes y servicios
fueron puestos a disposiciones de unos pocos.
El
camino del progreso se facilita grandemente por el hecho de que otros lo hayan
recorrido antes. El campo de actividad
de los ensayos y sus posteriores desarrollos, el fondo de experiencias que se
pondrán a disposición de todos, se extiende grandemente por la desigual
distribución de los ingresos individuales, de forma que el indice de progreso
se incrementara notablemente si los primeros pasos se dan mucho antes de que la
mayoría pueda aprovecharse de ellos.
Muchas de las mejoras no hubieran llegado ciertamente a constituir una
posibilidad para todos sin haber sido obtenidas antes por algunos.
Experiencias
respecto al modo de vivir
En
una sociedad progresiva, tal y como la conocemos hoy, los comparativamente
ricos se hallan a la cabeza del resto en lo tocante a las ventajas materiales
de que disfrutan, viven ya dentro de una fase de elocución que los otros no han
alcanzado todavía. Para que una sociedad
se mantenga progresando continuamente es necesario e ineludible que algunos
dirijan y sean seguidos por el resto.
No
hay forma de hacer generalmente accesibles las nuevas y todavía costosas formas
de vida, excepto mediante el sistema de ensayo o prueba inicial por algunos. En
definitiva para que una sociedad planificada lograse el mismo indice de
progreso que una sociedad libre, el grado de desigualdad prevalen no seria
distinto. No es posible calcular el grado de desigualdad deseable en una
sociedad libre.
Al
final y al cabo, la existencia de grupos que se mantienen a la cabeza de los
restantes es una ventaja para los que van detrás, de la mim forma que todos no
aprovecharía grandemente el hecho de que pronto pudiéramos procurarnos el mas
avanzado conocimiento obtenido bajo mas favorables condiciones por otros seres
en un continente anteriormente desconocido o en otro planeta. Es difícil discutir desapasionadamente el
problema de la igualdad cuando afecta a los miembros de nuestra propia
comunidad.
La
circunstancia de que los pueblos occidentales dispongan de mas riqueza que los
demás países tan solo en parte es debida a una mayor acumulación de
capital. La primacía se la ha dado
principalmente la utilización mas efectiva del conocimiento.
Los
pueblos occidentales no solo son mas ricos porque están mas adelantados en
conocimientos tecnológicos, sino que poseen condimentos tecnológicos mas
adelantados porque son mas ricos. En
relación con lo anterior, merece la pena recordar que las clases económicamente
mas avanzadas son las que hacen factible que un país tome la delantera en el
progreso mundial.
Redistribución
y velocidad del progreso
Aquella sociedad que permita solo el
encubrimiento de los privilegios políticos o en la que quienes primeramente se
encumbraron, tras obtener el poder, lo utilicen para mantener sojuzgado al
resto de la gentes, no es mejor que la sociedad igualitaria. La resistencia opuesta a la mejora de algunos
constituye a la larga un obstáculo para la prosperidad de todos y sino daña
menos al verdadero interés de la masa, por mucho que satisfaga las momentáneas
pasiones de esta.
Progreso
material y restantes valores
Con respecto a los mas avanzados países de
Occidente, a veces arguye que el progreso es demasiado rápido o exclusivamente
material. Probablemente estos dos
aspectos este relacionados íntimamente.
Las épocas de muy rápido progreso material raramente han sido periodos
de gran florecimiento de las artes.
Quizá
sea natural que tras periodos de rápido incremento de la riqueza tenga lugar un
momento hacia lo inmaterial, o que cuando la actividad económica ya no ofrece
la fascinación del rápido progreso, algunos de los hombres dotados se vuelvan
hacia la consecución de otros valores.
Para
algunos esto constituye una completa tragedia y para cuantos prefieran vivir de
los frutos del pasado sin tomar parte en la futura carrera, el progreso entraña
una maldición más bien que una
bendición.
“En
todos los países y en todos los tiempos existen grupos que han alcanzado una
posición mas o menos estacionaria con hábitos y formas de vida establecidos
durante generaciones”.
Podemos apreciar por ejemplo en nuestra Guatemala, gran cantidad de
poblaciones que hoy por hoy les hacen pensar que es bueno que sigan manteniendo
sus tradiciones, ya que eso es lo bueno, pero los condenan al subdesarrollo que
encuentra su asidero en la falsa creencia del perjuicio del consumismo.
“Los
cambios a que tales pueblos deben someterse forman pare del precio del progreso
y ejemplarizan sobre el hecho de que no solo las masas, sino, estrictamente
hablando, cada ser humano es conducido por el desarrollo de la civilización a
lo largo de un camino que el no ha elegido”.
“Si
abandonamos el progreso, tendremos que prescindir de todas esas mejoras
sociales en las que hoy tenemos puestas nuestras esperanzas. Todos los anhelos
adelantos en materia de educación y de sanidad, así como la realización de
nuestros deseos de que al menos gran parte de los pueblos alcancen los objetivos
por lo que luchan, dependen de la continuación del progreso. Unicamente hemos de tener siempre presente
que suprimir el progreso de la cabeza significaría impedir pronto el de todos
los miembros, percatándonos así de que realmente es lo único que no debemos
querer.
Civilización
y progreso continuo
Nadie puede negar al día de hoy, que todo
aquello que se desprecia del progreso creado por el capitalismo es muy deseado
por todos aquellos que lo condenan como sistema. No podemos negar que esos pueblos
posiblemente les gusta vivir en su estado original, pero tampoco podemos negar
que deben de tener la oportunidad de escoger lo que realmente les convenga,
incluso el progreso que la gran sociedad brinda.
“Aunque
superficialmente pudiera parecer que ne la actualidad compiten dos tipos de
civilización buscando el favor de los pueblos del mundo, las promesas que ambos
ofrecen a las masas, las ventajas que airean, son esencialmente idénticas. Y aunque tanto los piases libres como los
totalitarios pretenden que sus respectivos métodos satisfarán mas rápidamente
las apetencias de la gente, el objetivo en si les parece el mismo. La principal diferencia estriba en que solo
los totalitarios saben claramente como quieren lograr esos resultados, mientras
que el mundo libre puede mostrar únicamente sus logros pasados, dado que, por
su misma naturaleza, es incapaz de ofrecer cualquier plan detallado para
ulterior desarrollo”.
“Creen
tan firmemente y tan equivocadamente como los pobres de cualquier país, que sus
objetivos pueden lograrse mediante una redistribución de la riqueza ya
existente. Las enseñanzas de Occidente les han confirmado en esta creencia y a
medida que su vigor aumente serán capaces de obtener por la fuerza tal
redistribución si el incremento de la riqueza que provoca el progreso no es lo
bastante rápido”.
Las aspiraciones de la gran masa de la población del mundo solo pueden
satisfacerse mediante un rápido progreso material.
“La
paz del mundo y con ella de la misma civilización, depende de un progreso
continuo a un ritmo rápido. De ahí que no solo seamos criaturas del progreso,
sino también sus cautivos”.
No
podemos negar de ninguna forma, que el desarrollo es fundamental para los
individuos, solamente logrando ese tan anhelado crecimiento de las personas,
lograremos un crecimiento como sociedad, pero ese crecimiento se logra en paz.
Si
una propuesta de creciente tiene implícita en si conflicto, seguro no es una
buena propuesta, esto en virtud de que, los que pagan siempre sentirán que pagan
mucho, y los que reciben lo que los otros pagan, siempre sentirían que lo que
pagan es muy poco.
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