LA ACCIÓN HUMANA
Ludwing Von Mises
PRIMERA PARTE
LA ACCIÓN HUMANA
Capitulo
2. PROBLEMAS EPISTEMOLOGICOS DE LAS CIENCIAS DE LA ACCIÓN HUMANA.
1.
Praxeología e historia
Las
ciencias de la acción humana se dividen en dos ramas principales: la de la
praxeología y la historia. La historia
recoge y ordena sistemáticamente todos los datos de experiencia concernientes a
la acción humana. Analiza las motivaciones que impulsaron a los hombres a
actuar y las consecuencias provocadas por tal proceder. El objeto de estudio de todas las ciencias
históricas es el pasado. El conocimiento de ellas hace del hombre sabio y
prudente.
Todo
conocimiento experimental se refiere a hechos anteriormente observados; no
existe experiencia de acontecimientos futuros. La experiencia de que tratan las
ciencias de la acción humana es siempre experiencia de fenómenos complejos.
La
ilustración proporcionada por la historia no sirve para formular teorías ni
para predecir el futuro. Toda realidad
histórica puede ser objeto de interpretaciones varias y, de hecho, ha sido
siempre interpretada de los modos más diversos.
La
historia no puede ni probar ni refutar ninguna afirmación de valor general como
lo hacen las ciencias naturales, las cuales aceptan a rechazan las hipótesis
según coincidan o no con la experimentación.
Cuando
se trata de explicar algo, la mente humana no duda en inventar ad
hoc, las más imaginarias teorías carentes de toda justificación lógica.
La
praxeología no es una ciencia histórica, sino teórica y sistemática. Su objeto
es la acción humana como tal, con independencia de todas las circunstancias
ambientales, accidentales e individuales de los actos concretos.
2.
El carácter formal y apriorístico de la praxeología.
Por lo que a la praxeología atañe, los
errores de los filósofos se deben a su total desconocimiento de la ciencia
económica e incluso, a veces, a su inaudita ignorancia de la historia. Para el
filósofo, el estudio de los problemas filosóficos constituye una noble y
sublime vocación situada muy por encima de aquellas otras ocupaciones mediante
las cuales el hombre persigue el lucro y el provecho propio.
El
hombre desciende de antepasados de condición no-humana, los cuales carecían de
esa capacidad intelectiva. De ello deducen los empiristas que el raciocino se
basa en la experimentación y es consecuencia de la adaptación del hombre a las
condiciones de su medio ambiente.
EMPIRISMO: 1. Doctrina psicológica y epistemológica que,
frente al racionalismo, afirma que cualquier tipo de conocimiento procede
únicamente de la experiencia ya sea experiencia interna (reflexión) o externa
(sensación), y que esta es su única base. “el empirismo parte de la base de que
solamente es posible conocer con absoluta certeza la realidad mediante la
observación sistemática”. 2. Método o procedimiento que está basado en la
experiencia y en la observación de los hechos.
Esos
endebles mecanismos lógicos progresaron poco a poco, pasando de la etapa pre
lógica a la de la verdadera lógica. La
razón, la inteligencia y la lógica son, por tanto, fenómenos históricos. No hay
razón alguna para suponer que nuestra lógica sea la fase última y definitiva de
la evolución intelectual.
Pero el
problema del conocimiento a priori es distinto.
No se trata ahora de determinar cómo apareció el raciocinio y la
conciencia. El tema que no ocupa se
refiere al carácter constitutivo y obligado de la estructura de la mente humana.
Interesante
es apreciar que durante los estados de inconsciencia nada hay que pueda
recordarse. Solo los estados conscientes pueden ser recordados. La mente humana no es una tabula rasa sobre
la que los hechos externos graban su propia historia. Al contrario goza de medios propios para
aprehender la realidad.
TABULA
RASA: La tabla rasa, (en latín tabula rasa) es decir una tablilla sin inscribir
y que se aplica a algo que está exento de cuestiones o asuntos anteriores.
También se utiliza la expresión “hacer tabula rasa” para expresar la acción de
no tener en cuenta hechos pasados, similar a la expresión más moderna de “hacer
borrón y cuenta nueva”. En la
filosofía la tabla rasa hace referencia a la tesis epistemológica de que cada
individuo nace con la mente “vacía”, es decir, sin cualidades innatas, de modo que
todos los conocimientos y habilidades de cada ser humano son exclusivamente
fruto del aprendizaje, a través de sus experiencias y sus percepciones
sensoriales. La corriente filosófica que
se deriva de este dogma es el empirismo, corriente que también proclama la
creencia de que la experiencia es el primer constituyente de cualquier
conocimiento que se produzca en el ser humano.
La tabla rasa fue popularizado por el filósofo inglés John Locke y suele
enlazarse con otros dos mitos en el debate intelectual moderno, el de “el buen
salvaje” y el de “el fantasma en la maquina”, pero en realidad tiene su origen
en Santo Tomas de Aquino. También es una
expresión típica de Aristóteles. En urbanismo, también se emplea la expresión
hacer tabula rasa, en referencia a demoler o derribar todas las edificaciones
preexistentes en un lugar, para desarrollar un barrio completamente nuevo.
El
conocimiento humano viene condicionado por la estructura de nuestra mente. Si,
como objeto principal de investigación, se elige la acción humana, ello
equivale a contraer, por fuerza, el estudio a las categorías de acción
conformes con la mente humana, aquellas que implican la proyección de esta
sobre el mundo externo de la evolución y el cambio.
La
supuesta heterogeneidad lógica del hombre primitivo
El contenido de los pensamientos del
hombre primitivo difiere del de los nuestros, pero la estructura formal y
lógica es común a ambos. Lévy-Bruhl, en efecto, afirma que, entre la gentes
civilizadas, también se dan ideas y relaciones ideológicas reguladas por la ley
de la participación, las cuales, son mayor o menor independencia, con más o
menos fuerza, coexisten inseparablemente con aquellas otras regidas por la ley
de la razón, “Lo pre lógico y lo mítico conviven con lo lógico”.
La
mente primitiva, como la nuestra, desea descubrir las causas de los
acontecimientos. El campesino deseoso
de incrementar su cosecha tal vez recurra a soluciones distintas, según la
filosofía que le anime. Puede ser que se
dé a ritos mágicos, o también es posible que proceda a utilizar más y mejor
fertilizante. Ahora bien, sea cual fuere la solución preferida, siempre nos
hallaremos ante una actuación racional consistente en emplear ciertos medios
para alcanzar determinados fines.
3.
Lo apriorístico y la realidad
El racionamiento apriorístico es
estrictamente conceptual y deductivo. En
el concepto de dinero están implícitos todos los teoremas de la teoría
monetaria. Nadie, sin embargo, negara la importancia cognoscitiva de la teoría
cuantitativa del dinero. Esta
permanecerá, desconocida si no se descubre mediante el razonamiento económico,
Una larga lista de fracasos en el intento de resolver los problemas planteados
demuestra que no fue tarea fácil alcanzar el actual nivel de conocimiento en la
materia.
Sin
contar con la teoría, es decir, con la ciencia general apriorística de la
acción humana, es imposible comprender la realidad de la acción humana. La relación entre razón y experiencia ha
constituido, desde antiguo, uno de los fundamentales problemas de la filosofía.
Ahora
bien, las ciencias de la acción humana difieren radicalmente de las ciencias
naturales. Quienes pretenden construir un sistema epistemológico de la acción
humana, según el modelo de las ciencias naturales yerran lamentablemente.
Los
teoremas que el recto razonamiento praxeológico llega a formular no solo son
absolutamente ciertos e irrefutables, al modo de los teoremas matemáticos, sino
que también reflejan la intima realidad de la acción, con el rigor de su
apodíctica certeza e irrefutabilidad, tal como esta, efectivamente, se produce
en el mundo y en la historia. La praxeología proporciona conocimiento preciso y
verdadero de la realidad.
La
praxeología reflexiona sobre temas de acción, si nuestra mente no dispusiera de
los esquemas lógicos que el razonamiento praxeológico formula, jamás podríamos
distinguir ni apreciar la acción. Sin
auxilio de la percepción praxeología nada sabríamos acerca de los medios de
intercambio.
Debemos
de comprender que la acción humana es apriorística, y siempre lo ha sido. La historia no sería más que un conjunto de
acaecimientos sin ilación, un mundo de confusión, si no fuera posible aclarar,
ordenar e interpretar los datos disponibles mediante el sistematizado
conocimiento praxeológico.
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