Manuel F. Ayau.
De Robinson a Viernes.
Pp, 53-54.
CEES.
Guatemala, 2da. Edición, 1987.
Don Pancho el agricultor vivía feliz en la finca que había heredado. Cierto
día fue interceptado por un forastero, quien le ofreció Q 100,000.00 por su
finca. El granjero se pregunto qué
podría hacer con Q 100,000.00 que conservar su finca. Las cosechas le producían unos Q 100,000.00
anuales. Le agradaba vivir en el campo,
lejos del bullicio y los problemas de la ciudad. La finca había pertenecido a su familia
durante muchos años y sus antepasados estaban enterrados allí, de manera que
estaba muy encariñado con su propiedad.
Don Pancho sabía que podría depositar los Q 100,000.00 que le ofrecía el
forastero en un cuenta de ahorro, lo cual le garantizaría un ingreso seguro de
Q 10,000.00 al año. Pero pediría las
demás ventajas que representaba para él la finca. En consecuencia, rechazo la oferta.
El forastero volvió al poco tiempo y le ofreció Q 150,000.00. Nuevamente
don Pancho repaso mentalmente las mismas consideraciones de antes, con la
diferencia que, con la nueva oferta, podría obtener un ingreso de Q 15,000.00
anuales, si depositaba los Q 150,000.00 en una cuenta de ahorro, lo cual
significaba una mejoría desde el punto de vista económico.
Sin embargo, considerando el hecho de que tendría que abandonar la
propiedad en donde estaban enterados sus abuelos y renunciar a los placeres de
vivir en el campo, decidió que Q
5,000.00 adicionales no compensaban el sacrificio que tendría que hacer, y
nuevamente rechazo la oferta.
El forastero persistente volvió una vez más e hizo una oferta final: Q 200,000.00
por la finca. Esta vez don Pancho razono
de la siguiente forma: “Obviamente el
forastero sabe que podría depositar sus Q 200,000.00 en una cuenta de ahorro en
lugar de comprar mi finca. En esa forma
obtendría un ingreso anual seguro de Q 20,000.00 sin tener que afrontar los
riesgos de la agricultura. El forastero
sabe también que mi finca genera utilidades de unos Q 10,000.00 al año. Luego,
si está dispuesto a pagarme Q 200,000.00 debe saber algo que yo no sé. Por otra
parte, el forastero me está ofreciendo la oportunidad de un ingreso seguro de Q
20,000.00 al año, dos veces lo que me ha estado produciendo la finca. En esas condiciones, me conviene vender la
finca. Puedo ir a vivir a otro sitio
campestre que no sea necesariamente una finca. Con respecto a mis antepasados,
seguramente pensarían que son un tonto si no acepto esta oferta”.
Así, el forastero obtuvo la finca, que ciertamente no hubiera comprado si
no hubiera esperado sacer de ella un ingreso anual mayor que los Q 20,000.00
que hubieran generado en una cuenta de ahorro.
De manera que todos vivieron más felices y más ricos.
NOTA: En
el ejemplo anterior nuevamente vemos como nadie perdió y todos ganaron; la
ganancia de Pancho es obvia; la ganancia del forastero la tenemos que suponer,
aunque no sepamos a ciencia cierta para qué quería la tierra, que sin duda,
sembrará o construirá algo que le produce más de los Q 20,000.00, que sabemos
que podría obtener si deja sus Q 200,000.00 en el banco, y que ahora los tiene
don Pancho. También la sociedad gana,
pues lo que el forastero producirá para obtener esa remuneración no es para él;
es para los miembros de la sociedad, quienes le remuneraran si en efecto lo que
produce el forastero incrementa el bienestar social, a juicio de la “sociedad”,
que para nosotros son CONSUMIDORES.
TEMARIO:
Desarrolle las siguientes interrogantes, utilizando un análisis económico y
utilizando términos aprendidos en clase. Su explicación debe de ser lógica,
coherente y sistémica, en base a los conocimientos del proceso económico.
PREGUNTAS:
1. Cuál es la
razón por la que Don Pancho, rechaza la primera oferta:
2. Con que
nombres se les conoce a los dos procesos mentales que realiza Don Pancho, 1 al
recibir la oferta del forastero y 2 al analizar dicha oferta.
3. Cuál es la
razón por la cual el forastero está dispuesto a pagar mucho más por la finca de
Don Pancho.
4. Cuál es la
razón por la cual, la sociedad gana con la transacción entre el forastero y Don
Pancho.
5. Se aprovechó el Forastero de Don Pancho, en esta transacción.
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