CAPITULO XII
LA CONTRIBUCION NORTEAMERICANA:
EL CONSTITUCIONALISMO
La máxima aportación que el país norte americano pudo hacer a la humanidad
es el constitucionalismo y el sistema Republicano de Gobierno, debo de
manifestar que, personalmente considero que son dos caras de una misma moneda,
uno no puede existir sin el otro, y más aun, el constitucionalismo siente las
bases del sistema republicano de Gobierno.
La Constitución nace
fundamentalmente como resultado del estudio comprensivo del abuso que vivían
los miles y miles de migrantes que llegaron al nuevo territorio, todos huyendo
de los abusos de los cuales eran víctimas a manos de sus gobernantes, y por las
invasiones de otros territorios a los que, en otrora época, carecían de la
presencia del soberano. Pareciera hoy que en muchas partes del mundo seguimos
viviendo igual que en los siglos XVI y XVII.
El razonamiento que hicieron los
padres de la patria fue muy sencillo, Libertad para los individuos, un gobierno
reducido y la completa vigilancia hacia los gobernantes con la finalidad que no
cometieran abusos contra las personas. Ósea formar una ley suprema que limitara
siempre el poder abusivo de los gobernantes y que garantizara la defensa de los
derechos fundamentales de los individuos.
La Constitución busco desde
siempre, limitar el poder abusivo de los gobernantes, esa era su finalidad, hoy
ya no comprendemos eso, ahora creemos que es una sabana con la cual se pretende
cubrir todas las absurdas apetencias de los más absurdos gobernantes.
Otra función que posee la
constitución, a través de su primordial función, la limitación del poder, es
crear un sistema de balanzas, ósea pesos y contra pesos entre los tres poderes
que conforman los entes de gobierno, de tal forma que lo que se busca es que
nadie pueda influir sobre otro y que los otros dos, en total observancia a la
ley, regresen al infractor al orden, esa es otra función de la teoría de pesos
y contrapesos, dicho sea de paso, mal reconocida a Montesquieu.
Partiendo de esto, la situación se
la pone muy fácil al poder judicial, ya que solamente tienen que velar por no
violentar los derechos fundamentales de los individuos en el debido proceso, y
resolver en orden a las leyes creadas por los legisladores, las cuales ya están
hechas también a la luz de la defensa de las garantías constitucionales que
defienden los derechos fundamentales de los individuos.
En ese orden de ideas, entonces
podemos comprender como un país, estructurado bajo principios, de ciencia,
historia y norma, no necesitan una procuraduría de los derechos humanos, que
garantice la protección de los mismos, ya que todo el sistema está hecho para y
ese fin.
Guatemala el año pasado tuvo un
leve intento de hacer templar sus cimientos, y por algún momento existió la
esperanza de poder retomar el camino de grandeza con el que nació este país,
pero conforme pasan los días veo con “apática desilusión”, (esto en virtud que
tampoco tuve nunca mucha fe en que las cosas cambiaran, pero igual la esperanza
es lo último que se pierde), como esa
luz de cerillo mojado se va apagando y hace que nuestro país siga en ese coma
institucional.
La misión obligada es formar un
país con un gobierno reducido, que tenga un gasto responsable y transparente.
Que se forme bajo un cuerpo de leyes que protejan en todo momento las normas
constitucionales y que limite el ´poder de los gobernantes y que garantice el
irrestricto respeto a los derechos fundamentales de los individuos. Entonces
podremos pensar en las condiciones de un país que pueda crecer en beneficio de
cada uno de nosotros.
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