jueves, 7 de abril de 2016

ARTICULO 6. "LOS FUNDAMENTOS DE LA LIBERTAD"


CAPITULO VI

IGUALDAD, VALOR Y MERITO


     En la medida que avanzamos en la lectura de nuestro libro, vemos como el autor muy hábilmente ha concatenado cada uno de los temas que estructuran este libro.

Anteriormente observamos lo relativo a la Responsabilidad, ahora vemos los temas de Igualdad, Valor y Merito, los cuales, en la visión de la idea de la Libertad tiene una gran relación, bueno la relación es íntimamente directa, ya que cualquier persona que sea responsable de sus actos y acepte las consecuencias de los mismos, nunca podrá estar más de acuerdo con que los resultados sean valorados en base a los criterios de Igualdad, Valor y Merito.

Debemos de comprender que parte fundamental de la vida en Libertad, es la desigualdad de sus integrantes, esa desigualdad es monumental para que la relación entre individuos se cumpla, obviamente si todos fuésemos iguales no tendría ningún sentido la cooperación humana, no necesitaríamos de nadie más, ya que nadie haría las cosas mejor que yo, o nadie podría resolver un problema que tengo, en virtud que todos somos iguales.

Si vamos a exaltar un valor fundamental dentro de la sociedad ese debe iniciar siendo el de igualdad, pero comprender que la única igualdad que podemos esperar es la igualdad ante la ley, ese es un valor supremo y fundamental de la vida en sociedad Libre, esa es la única igualdad que debemos buscar siempre para todos, y debemos de defenderla hasta el final, ya que la violación de los derechos de una persona, es la garantía a la futura violación de nuestros derechos en el futuro. Una de las principales metas del hombre, es velar por la igualdad de todos ante la ley y dicho sea de paso, es la única igualdad que podemos garantizar como seres humanos.

Garantizar la igualdad de las personas ante la ley, nos garantiza la igualdad de oportunidades para todos los individuos, en la medida que seamos capaces fortalecer este tema, tendremos ganada mucha de la carrera hacia el desarrollo, ya que se valorará mucho mas la capacidad de cada individuo en el desempeño de una función específica, eso garantiza la búsqueda de la excelencia y por consiguiente la necesaria responsabilidad de hacer bien un trabajo para obtenerlo y más aun para conservarlo.

Esto nos lleva al eterno problema “moral interno del individuo”, de creer que lo que él hace, “apreciación muy subjetiva”, es mucho mejor que lo que cualquier otra persona pueda hacer, o también creer que, porque tiene mucho más tiempo laborando en un puesto o empresa, el, debe recibir una promoción.


Lo anterior es consecuencia de la falta de comprendimiento y de valoración del merito en el desempeño de nuestras actividades. Si la persona se enfocase al desarrollo de sus actividades y a la profesionalización de las mismas tendría claro que lo que se valora completamente es el merito, no la creencia sobre la existencia del mismo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario