CAPITULO VIII
EL TRABAJO POR CUENTA AJENA
Y LA ACTIVIDAD INDEPENDIENTE
En este capítulo el autor toca un tema
fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad, mucho más, para aquella
sociedad que se precie de ser Libre, o que busca fundamentarse en los
principios de la Libertad.
Como ya
hemos visto, la sociedad que se fundamenta en los principios de la libertad,
dará precisamente a las personas miembros de la sociedad la opción la libertad
de trabajar, desarrollarse o prosperar desde uno de los dos ámbitos
fundamentales del progreso que es el trabajo, estos ámbitos son trabajar para
alguien o animarse a ser empresario.
Independientemente
de la opción que se elija, ya que no todos estamos capacitados para funcionar
en lo mismo, principio fundamental de la vida en libertad, la división del
trabajo, debemos de esperar sí, que el Estado, a través de sus entes de
gobierno nos, garanticen la capacidad en igualdad de condiciones de participar
compitiendo de forma libre y espontanea en un sistema económico que sea igual
para todos. Este tema es fundamental,
ya sea si deseamos competir como empresarios o deseamos competir como
trabajadores, pero la lógica debe de ser igualdad para todos en igualdad de
condiciones, valorando obviamente las propias capacidades de cada uno, y
promoviendo el merito del que posea una ventaja comparativa mayor sobre sus
demás competidores.
Eso es
lo que promueve el progreso en una sociedad libre, no todos podemos ser
empresarios, no todos podemos ser trabajadores, pero si todos podemos aportar
desde nuestra posición a una sociedad que coopera con el ánimo de progresar y
desarrollarse constantemente.
El
trabajador, generalmente se ve, especialmente en una sociedad como la
guatemalteca, como desvalido o desprotegido, pero precisamente esa es la idea
que debemos de modificar. En una
sociedad libre, el trabajador podrá superarse en la medida que sea reconocida
la calidad de su trabajo y que la situación entre individuos siempre sea
económicamente diferente, esto es un bien no un mal.
Otros
de los problemas que tenemos que no permite el crecimiento de más empresarios
en Guatemala, es que nuestros diputados tienen mentalidad de empleados, por eso
crean leyes que oprimen el pensamiento empresarial, la creación de nuevas
fuentes de riqueza que permitan a su vez crear más fuentes de trabajo.
Se
sataniza constantemente al hombre que alcanzo el éxito económico, pero no se
comprende que este individuo es elemental para el desarrollo de la sociedad,
este individuo es el que pone su exceso de capital al servicio de los realmente
más necesitados, y entendamos que no son todos los necesitados, sino que son
aquellos bien definidos con los de una causa en particular, que el millonario
se ve o se siente identificado por su propio interés.
Los
ricos son una clase que muchas veces causa repulsión a ciertas personas o a
cierto grupo de la sociedad, pero cumplen una función fundamental dentro de la
estructura de la comunidad, sin ellos no podríamos tener acceso a muchas
fuentes de educación, cultura y entretenimiento, son necesarios para que la
sociedad se desarrolle.
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